Brasilia.- El plenario del Senado brasileño aprobóhoy la apertura del juicio político a la presidenta DilmaRousseff, por 55 votos a favor y 22 en contra, por lo que lamandataria quedará apartada del poder desde este jueves y asumirálas riendas del país el vicepresidente Michel Temer.
En una sesión extenuante que inició el miércoles alas 10:00 locales y terminó cerca de las 06:30 de la mañana deljueves (09:30 GMT), la mayoría de 81 senadores votaron a favor dela apertura del juicio político a la mandataria, como indicabanlas encuestas.
Rousseff será notificada durante la mañana de ladecisión del Senado y, de esta forma, quedará apartada del poderpor 180 días, mientras transcurre el juicio político contra ellaen el Senado bajo la presidencia del líder del Supremo TribunalFederal (STF), Ricardo Lewandowski.
La presidenta tiene previsto comparecer ante laprensa a las 10:00 locales (13:00 GMT) para comentar el resultadode la votación, y el vicepresidente Temer también debe realizarun pronunciamiento a la nación hoy en la tarde para anunciar susejes de gobierno.
Anclada en cotas extremadamente bajas de popularidad(cerca del 10 por ciento) desde el inicio de su segundo mandato, elapartamiento de Rousseff supone el fin a un ciclo de 13 años degobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y la llegada de unEjecutivo conservador bajo la dirección de Temer y del centristael Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).
Rousseff solo será apartada definitivamente delpoder cuando, al final del juicio político, que puede durarsemanas o meses, y tras la presentación de pruebas que demuestrensu culpabilidad en los cargos que se le acusan, al menos dostercios de los senadores (54) voten a favor de deponerladefinitivamente.
Para iniciar el impeachment era necesario apenas elapoyo de la mayoría simple de la Cámara Alta (41 de los 80senadores), pero el apoyo al juicio político fue mucho mayor (55votos) y suficiente para que previsiblemente la primera presidentade la Historia de Brasil sea depuesta definitivamente en unosmeses.
Al término de la maratónica sesión, televisada porlas cadenas nacionales y cubierta por cientos de periodistasbrasileños e internacionales, la oposición celebró lo queconsidera una victoria con miras a sacar al país de la recesióneconómica y la crisis política.
Fuegos de artificio fueron lanzados en ciudades comoBrasilia, Sao Paulo y Fortaleza y se registraron pequeñasmanifestaciones de conmemoración.
El Partido de los Trabajadores (PT) reaccionó con uncomunicado en el que calificó la sesión en el Senado de“continuidad del golpe a la democracia y a laConstitución”.
“Una vez más en nuestra historia las élitespisotean el voto popular, abriendo camino para la imposición de unGobierno ilegítimo”, señaló el PT.
La oposición acusa a Rousseff de un “crimen deresponsabilidad” punible con el impeachment, según laConstitución, cuando usó presuntamente artimañas contables pormedio de créditos de instituciones públicas para cuadrar lascuentas de 2014 y 2015.
Pero Rousseff niega irregularidades y califica todoel proceso de “golpe” de la oposición para alcanzar el podersin el aval de las urnas.
El senador Romero Juca del opositor Partido delMovimiento Democrático, el motor principal detrás de ladestitución, indicó que "fue un proceso doloroso, un proceso queha cambiado Brasil - pero es necesario cambiar a Brasil"
"La gente hoy en día están teniendo dificultades.Miles de personas están perdiendo sus puestos de trabajo todos losdías, las empresas están cerrando, la vida es cada vez peor....no es posible continuar las cosas como son ", sostuvo.
El senador Humberto Costa, de los Partido de losTrabajadores, líder en el Senado, reconoció la derrota delgobierno y se comprometió a ser una oposición muy "fuerte y dura"para el nuevo gobierno de Temer.
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