Trump decepcionó en la Organización del Tratado del Atlántico Norte

Carlos Siula / Corresponsal

  · viernes 26 de mayo de 2017

El presidente Donald Trump dio un discurso ante los líderes de los gobiernos miembros de la OTAN

El presidente norteamericano Donald Tump logró ayer unavictoria política al arrancarle a la OTAN el compromiso deingresar a la coalición internacional contra el terrorismo yaumentar su contribución para pagar los “atrasos masivos” quetienen con la Alianza Atlántica. Pero los aliados de EstadosUnidos, que esperaban oír un lenguaje conciliador y mensajespositivos, resultaron decepcionados por el alud de reprochesformulado por el actual ocupante de la Casa Blanca y la totalomisión del artículo 5 del tratado sobre el principio de defensamutua.

“Nunca retrocederemos en nuestra decisión de vencer alterrorismo y lograr una seguridad, prosperidad y paz duraderas”,indicó en su única intervención pública de la conferencia de laOrganización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) convocadapara inaugurar oficialmente la nueva sede de la alianza enBruselas. Estados Unidos rehusó que ese cónclave de una jornadafuera definido como una “cumbre”.

La adhesión oficial de la OTAN a la lucha antiterrorista tieneun sentido más simbólico que práctico, pues la mayoría de los28 miembros participa a título individual en la coalición contrael Estado Islámico (EI). Pero “eso no significa que OTANintervendrá en operaciones de combate”, advirtió el secretariogeneral de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Varios países rehusaban hacer ese gesto para no dar laimpresión de estar transformando a la OTAN en una nueva “cruzadaoccidental” contra los países árabes. Los europeos considerabanque, simbólicamente, sería imponer la idea de “una guerra decivilizaciones”.

Trump pronunció su discurso junto a un fragmento del Muro deBerlín y un memorial construido con restos de las Torres Gemelasde Nueva York.

La “OTAN del futuro” debe centrarse en “combatir elterrorismo y la inmigración” en el flanco sur, así como “laamenaza de Rusia” en el este.

La ceremonia había sido diseñada para arrancarle a DonaldTrump su compromiso con la cláusula de defensa mutua, estipuladaen el artículo 5 del Tratado de la OTAN. La alianza activó eseartículo por primera para asistir a Estados Unidos después de losataques terroristas del 11 de septiembre de 2011. “El artículo 5significa uno para todos y todos para uno”, recordó Stoltenberg,sin obtener la reacción esperada.

Durante la campaña, Trump puso en duda la posibilidad de ayudara los países que no pagan lo que deben y definió a la OTAN de“obsoleta”. Trump “es el único presidente norteamericano queno avaló el artículo 5”, según Thomas Wright, de la BrookingsInstitution de Washington.

Esa omisión preocupa especialmente a Polonia y los paísesbálticos (Letonia, Lituania y Estonia), que se sienten amenazadospor Rusia.

Ante la falta de toda mención específica en el discursopresidencial, un vocero de la Casa Blanca se apresuró a aclarardespués que el presidente apoya la cláusula de defensa recíprocade la OTAN. “Es el núcleo de la Alianza”, indicó.

Trump, en cambio, insistió en que “los miembros de la OTANdeben cumplir con la parte que les corresponde y respetar susobligaciones financieras” de destinar 2% de su PIB a gastos dedefensa: 23 de los 28 países miembros no están pagando lo quedeberían por su defensa. Esto no es justo para los contribuyentesde Estados Unidos. Y muchos de estos países deben cantidadesmasivas de dinero de años anteriores que todavía no hanpagado”. No contento con ese reproche, realizó una precisaenumeración contable de las deudas. En privado, numerososdirigentes calificaron esa actitud de “gesto descortés einapropiado”.

Como muchas de sus ideas fijas, la cuestión carece defundamento. La OTAN afirma que los presupuestos acumulados en 2016aumentaron en 3,8%, es decir 10 mil millones de eurossuplementarios. En 2017, entre 7 y 10 países miembros alcanzaránel objetivo de 2% y la organización asegura que  —por primeravez en mucho tiempo—, consigue financiar sus objetivos deplanificación de equipamiento.

Al término de su discurso, contempló el edificio de vidrio de240 mil m2 de la OTAN, que costó mil 100 millones de euros y, enun gesto que hizo pensar en su pasado de empresario, comentó:“Ni una sola vez pregunté cuánto costó la nueva sede. Pero esbonita”.

Por la mañana, Trump había realizado una visita protocolar ala Unión Europea (UE), donde se entrevistó con Jean-ClaudeJuncker (presidente de la Comisión) y Donald Tusk (titular delConsejo. Al término de la reunión, Juncker comentó: “Esperoque no haya escrito un tweet contando nuestra conversaciónprivada”.

Poco después, recibió en la embajada norteamericana deBruselas al nuevo presidente francés Emmanuel Macron para unalmuerzo que duró 1.45 horas. La reunión, calificada de“pragmática y constructiva”, estuvo en su mayor parteconsagrada a la situación en Siria y la aplicación del acuerdo deParís sobre el clima, concluido en diciembre de 2015, y que Trumpamenaza con denunciar.

“Le pedí que no tome ninguna decisión precipitada”,declaró Macron. Trump prometió anunciar una decisión al regresarde la cumbre del G7, que se realizará hoy y mañana en la ciudadsiciliana de Taormina.

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