CIUDAD GUATEMALA. Guatemala se blindó con fuertes medidas de seguridad para celebrar unas elecciones marcadas por la incertidumbre, dado que el 48 % de los votantes aún no ha decidido por cuál candidato va a votar de los casi veinte que optan por la Presidencia de un país sumido en la pobreza y la desigualdad.
Después de casi tres meses de intensa campaña, este 16 de junio, más de 8 millones de personas están llamadas a las urnas, en dos mil 932 centros de votación.
Allí deberán elegir al presidente y vicepresidente, 160 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 340 miembros de corporaciones municipales.
Las elecciones de hoy son las primeras en las que los migrantes guatemaltecos radicados en Estados Unidos que se han empadronado para los comicios -unos 63 mil- podrán votar para elegir aL presidente y vicepresidente para los próximos cuatro años (2020-2024).
Según las encuestas, entre las candidaturas presidenciales lidera en intención de voto, aunque sin la mayoría suficiente para evitar una segunda vuelta, la ex primera dama Sandra Torres (del partido socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza, UNE).
Los cuatro siguientes, cuya posición varía según el sondeo, son el exdirector de Presidios Alejandro Giammattei (Vamos), el hijo del expresidente Álvaro Arzú, Roberto Arzú (coalición ultraconservadora PAN-Podemos), el extrabajador de la ONU Edmond Mulet (del partido Humanista, centro) y la líder indígena y defensora de los derechos humanos Thelma Cabrera (del Movimiento para la Liberación de los Pueblos, izquierda).
La campaña guatemalteca ha estado marcada por las decisiones judiciales, que no solo impidieron la participación de varias candidaturas como la de la ex fiscal general Thelma Aldana o la de Zury Ríos, hija del exdictador José Efraín Ríos Montt, sino también por las denuncias de clientelismo político.
NARCOTRÁFICO
El narcotráfico ha sido unos de los temas dominantes en la campaña hacia la elección del domingo en un país que expertos estiman es un punto de tránsito de gran parte del trasiego de cocaína de Colombia hacia Estados Unidos, y más aún cuando una comisión de Naciones Unidas que ha combatido la corrupción desde hace más de una década se prepara para dejar el país.
Con un 20% de la intención de voto, la exprimera dama centroizquierdista Sandra Torres lidera el más reciente sondeo para el sillón presidencial seguida de Alejandro Giammattei, abanderado del conservador y derechista Vamos, con 14%.
Se espera que haya una segunda vuelta en agosto porque los especialistas proyectan que ningún candidato presidencial logrará más del 50% para consagrarse el domingo.
En el marco del proceso electoral preocupa que los tentáculos de los cárteles de la droga, el crimen organizado y la corrupción se extienden por las alcaldías, los municipios y el Congreso de Guatemala, que tiene un débil sistema de partidos que favorece los intereses personales, según exfuncionarios.
Torres ha dicho que muchos se vuelcan al narcotráfico por la falta de empleo y oportunidades y que es necesario depurar a las fuerzas de seguridad.
Durante esta campaña, el candidato presidencial Mario Estrada y el postulante a diputado Julio José Rosales han sido detenidos acusados de vínculos con el mexicano cártel de Sinaloa para obtener financiamiento electoral y para intentar fabricar y transportar heroína, respectivamente.
El problema podría agravarse con la salida de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, quien destapó escándalos de corrupción y narcotráfico en los más altos cargos políticos