El aeropuerto de Hong Kong reanudó sus operaciones el martes al amanecer, informaron las autoridades aeroportuarias, un día después de que el tráfico quedara interrumpido cuando miles de manifestantes prodemocracia invadieron las salas de llegada.
"Reanudamos las facturaciones", dijo a la AFP una vocera del aeropuerto. En las pantallas de información de la zona de salidas se anunciaba el embarque inminente de varios vuelos, mientras los demás mostraban los nuevos horarios de despegue.
Al menos 130 vuelos de salida y seis de entrada fueron cancelados para las 20.00 hora local (12.00 GMT), hora a la que cientos de personas, tanto pasajeros con manifestantes, ya habían comenzado a abandonar el lugar.
De acuerdo con la prensa local, los manifestantes que se congregaron en el aeropuerto lo hicieron para protestar contra el uso de la fuerza por la Policía durante el pasado fin de semana, en que hubo graves enfrentamientos como los constatados en una estación de metro donde agentes antidisturbios dispersaron a la multitud con gas lacrimógeno.
La represión ocasionó 45 heridos, según los medios locales, que resaltan que una persona fue herida en un ojo en la zona de Tsim Sha Tsui, lo que hizo que muchos manifestantes cubrieran hoy sus ojos con parches en señal de protesta.
El portavoz del Ejecutivo chino para los Asuntos de Hong Kong y Macao, Yang Guang, declaró hoy en una rueda de prensa que los policías fueron atacados con cócteles molotov el domingo y que algunos agentes resultaron heridos.
"Los manifestantes radicales usaron armas peligrosas contra el cuerpo policial, y esto constituye un serio delito penal y una señal de terrorismo", declaró Yang en una comparecencia en la que no se admitieron preguntas.
"Estos actos ponen en peligro el orden jurídico y social de Hong Kong, y son una grave amenaza para la gente de Hong Kong", añadió, al tiempo que renovó su apoyo a la Policía y al sistema judicial de la región autónoma para "restaurar el orden" de acuerdo con la ley, "sin vacilación o misericordia".