/ miércoles 18 de agosto de 2021

Niñas afganas regresan a la escuela tras llegada de talibanes

Cuando la escuela abrió sus puertas, las estudiantes se apresuraron por los pasillos y conversaron en los patios

Felices de seguir estudiando, niñas vestidas con túnicas negras y hiyabs (velos) blancos se agolparon en los salones de clase de la ciudad de Herat, Afganistán, pocos días después de que los talibanes tomaran el poder.

Cuando la escuela abrió sus puertas, las estudiantes se apresuraron por los pasillos y conversaron en los patios, parecían ajenas al alboroto que se ha apoderado del país en las últimas dos semanas.

➡️ RSF ve con recelo las garantías ofrecidas a la prensa por el Talibán

"Queremos progresar como otros países. Y esperamos que los talibanes mantengan la seguridad. No queremos la guerra, queremos la paz en nuestro país", dijo Roqia, una de las estudiantes.

Cerca de la frontera con Irán, ubicada 150 kilómetros al oeste, Herat siempre ha sido una ciudad bastante cosmopolita en Afganistán, en comparación con otras regiones más conservadoras.

En esta ciudad, reconocida por su poesía y sus artes, las mujeres y niñas caminan habitualmente de manera más libre por las calles que en otros lugares y asisten a escuelas y universidades en gran número.

Sin embargo, su futuro a largo plazo sigue siendo incierto, ya que en virtud de la versión radical de la sharia que impusieron los talibanes cuando gobernaron Afganistán, de 1996 a 2001, a las mujeres se les negó la educación y el empleo.

En Herat, la directora de la escuela, Basira Basiratkha, se mostró prudentemente optimista y dijo estar "agradecida con Dios" por haber podido reabrir el establecimiento tan rápidamente. | Foto EFE

Además, se les exigió llevar el burka, un velo que cubre todo el cuerpo con una rejilla de tela a la altura de los ojos, y se les prohibió salir sin un acompañante masculino. Las que eran acusadas de adulterio, recibían azotes y eran lapidadas públicamente en plazas y estadios hasta la muerte.

En una entrevista desde Doha con Sky News, Suhail Shaheen, otro portavoz de los talibanes dio garantías sobre el tema: las niñas "pueden recibir educación desde la primaria hasta la universidad", dijo.

Miles de escuelas en áreas controladas por los talibanes siguen abiertas, precisó.

En Herat, la directora de la escuela, Basira Basiratkha, se mostró prudentemente optimista y dijo estar "agradecida con Dios" por haber podido reabrir el establecimiento tan rápidamente.

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"Nuestras queridas estudiantes vienen numerosamente a clase, usando el hiyab islámico. Los exámenes continúan", agregó.

|| Con información de AFP ||



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Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

Felices de seguir estudiando, niñas vestidas con túnicas negras y hiyabs (velos) blancos se agolparon en los salones de clase de la ciudad de Herat, Afganistán, pocos días después de que los talibanes tomaran el poder.

Cuando la escuela abrió sus puertas, las estudiantes se apresuraron por los pasillos y conversaron en los patios, parecían ajenas al alboroto que se ha apoderado del país en las últimas dos semanas.

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"Queremos progresar como otros países. Y esperamos que los talibanes mantengan la seguridad. No queremos la guerra, queremos la paz en nuestro país", dijo Roqia, una de las estudiantes.

Cerca de la frontera con Irán, ubicada 150 kilómetros al oeste, Herat siempre ha sido una ciudad bastante cosmopolita en Afganistán, en comparación con otras regiones más conservadoras.

En esta ciudad, reconocida por su poesía y sus artes, las mujeres y niñas caminan habitualmente de manera más libre por las calles que en otros lugares y asisten a escuelas y universidades en gran número.

Sin embargo, su futuro a largo plazo sigue siendo incierto, ya que en virtud de la versión radical de la sharia que impusieron los talibanes cuando gobernaron Afganistán, de 1996 a 2001, a las mujeres se les negó la educación y el empleo.

En Herat, la directora de la escuela, Basira Basiratkha, se mostró prudentemente optimista y dijo estar "agradecida con Dios" por haber podido reabrir el establecimiento tan rápidamente. | Foto EFE

Además, se les exigió llevar el burka, un velo que cubre todo el cuerpo con una rejilla de tela a la altura de los ojos, y se les prohibió salir sin un acompañante masculino. Las que eran acusadas de adulterio, recibían azotes y eran lapidadas públicamente en plazas y estadios hasta la muerte.

En una entrevista desde Doha con Sky News, Suhail Shaheen, otro portavoz de los talibanes dio garantías sobre el tema: las niñas "pueden recibir educación desde la primaria hasta la universidad", dijo.

Miles de escuelas en áreas controladas por los talibanes siguen abiertas, precisó.

En Herat, la directora de la escuela, Basira Basiratkha, se mostró prudentemente optimista y dijo estar "agradecida con Dios" por haber podido reabrir el establecimiento tan rápidamente.

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"Nuestras queridas estudiantes vienen numerosamente a clase, usando el hiyab islámico. Los exámenes continúan", agregó.

|| Con información de AFP ||



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