Al menos 33 integrantes de las fuerzas indias en la Cachemira india murieron el jueves en un atentado contra un convoy cerca de Srinagar, anunció la policía, en el peor ataque de este tipo desde 2002
"Un artefacto artesanal explotó en el momento en que pasaba un convoy de la CRPF" (Central Reserve Police Force), dijo a la AFP un oficial de esta fuerza paramilitar, Munir Ahmed Khan, asegurando que no conoce el número de heridos, que todavía se estaban evacuando.
En un mensaje en la red Twitter, el primer ministro indio, Narendra Modi, apuntó que "el sacrificio de nuestro valiente personal de seguridad no será en vano".
De acuerdo con Modi, el ataque fue "abominable".
La agencia de noticias Press Trust of India (PTI) apuntó que el número de muertos ascendería a 39, al tiempo que otros reportes de prensa mencionaban 40 víctimas fatales.
De acuerdo con PTI, algunos de los cuerpos recuperados en el local de la explosión estaban en condiciones tales que las tareas de identificación tomará tiempo.
El ataque, que se produjo en una autopista situada a unos 20 kilómetros de Srinagar. Los explosivos estaban instalados en el interior de una camioneta y estallaron al paso de un convoy a 78 vehículos donde viajaban unos 2 mil 500 integrantes de la fuerza paramilitar.
Sin embargo las autoridades aún no supieron informar si la camioneta con los explosivos fue conducida por un suicida o si el estallido fue controlado a distancia.
Según la prensa local, el grupo islamista Jaish-e-Mohammed, basado en Pakistán, reivindicó el atentado en un comunicado.
También en la red Twitter, el embajador de Estados Unidos en India, Kenneth Juster, expresó que "condena con firmeza los atentados terroristas".
La región de Cachemira es disputada por India y Pakistán desde 1947, cuando terminó la colonización británica. Las fuerzas en la parte bajo control indio están estimadas en unos 500 mil hombres.
Desde 1989 existe una insurrección separatista en la Cachemira india. India acusa a Pakistán de apoyar clandestinamente las infiltraciones y la rebelión armada, lo que Islamabad siempre desmintió.