BUENOS AIRES, Argentina. Dos de las residencias de la expresidenta y actual senadora Cristina Kirchner fueron allanadas, en un caso judicial que investiga supuestos sobornos millonarios para adjudicación de contratos de la obra pública, que sacude a la política y el empresariado de Argentina.
Por orden del juez Claudio Bonadio, comenzó al mediodía de ayer un enorme operativo en un departamento de Kirchner en el exclusivo barrio de Recoleta, en Buenos Aires, con varias camionetas policiales, personal de brigadas de explosivos, bomberos y perros entrenados.
Las pesquisas en el departamento de más de 200 metros cuadrados proseguían cinco horas más tarde. En la calle, un grupo de partidarios expresaba su apoyo a la exmandataria con carteles y consignas.
Carlos Beraldi, abogado de Kirchner, denunció que se le impidió permanecer en el lugar durante el allanamiento. "Estamos frente a una farsa, en clara violación de los principios del estado de derecho.
Vamos a pedir la nulidad del operativo. Yo abrí la puerta. Puse a disposición el domicilio para que sea revisado. Voy a denunciar penalmente al juez", dijo antes de retirarse visiblemente furioso.
En la tarde, otras brigadas ingresaron a la casa de Kirchner en Río Gallegos, una propiedad de dos pisos con amplio jardín que le sirve como lugar de descanso en la Patagonia, extremo sur de Argentina.
Autorizados el miércoles por el Senado, los allanamientos se llevan a cabo sin la presencia del juez ni del fiscal Carlos Stornelli.
Ante el Senado, Kirchner reiteró que el proceso en su contra tiene como motivación apartarla de la política.
En respuesta a sus acusaciones, el jefe del gabinete de ministros del gobierno de Macri, Marcos Peña, reiteró ayer que la
Justicia trabaja de forma independiente y que "no hay ningún elemento" que sustente que hay una persecución política contra la exmandataria.
El caso salió a la luz por los cuadernos que Oscar Centeno, un chófer del Ministerio de Planificación, escribió durante
más de una década, en los que contaba cómo supuestamente llevaba bolsas con dólares de parte de empresarios a miembros del kirchnerismo, entre ellos al matrimonio Kirchner en su residencia oficial o en el apartamento de Recoleta.
La investigación de los sobornos se hizo pública el 1 de agosto pasado y ha dejado multitud de empresarios y exfuncionarios imputados