Amenaza al mundo una crisis económica en 2020

Expertos en economía coinciden que en ese año que la fase de crecimiento acabará abruptamente a nivel internacional y generará una recesión catastrófica

Carlos Siula | Corresponsal

  · domingo 30 de septiembre de 2018

Luis Calderón

Francia. Al igual que las grandes profecías espeluznantes que sobrecogen periódicamente al mundo-como el “efecto” informático del año 2000 o el “fin del mundo” de 2012-, el planeta comenzó ahora a temblar esperando un nuevo crash financiero anunciado para 2020.

Exactamente 10 años después de la crisis de 2008, los analistas más prestigiosos de Europa y Estados Unidos coincidieron en los últimos días en pronosticar que la actual fase de crecimiento terminará abruptamente dentro de cuatro años en un nuevo cataclismo planetario.

El primero en anunciar esa catástrofe fue el gurú Nouriel Roubini, que hace una década se cubrió de gloria al predecir la crisis de subprimes de 2008. “Entre ahora y 2020, las condiciones (de la economía mundial) se orientarán hacia una crisis financiera, seguida de una recesión planetaria”, pronosticó el evocar el décimo aniversario del derrumbe del banco Lehman Brothers.

Roubini considera que en ese momento los gobiernos disponían de instrumentos políticos que permitían amortiguar una caída en picada. Ahora, argumenta, los dirigentes que enfrentarán la próxima recesión tendrán las manos atadas por las medidas adoptadas en el último decenio y una deuda global que será superior a los niveles que existían antes de 2008. “Cuando lleguen, la crisis y la recesión del futuro podrán revelarse aun más severas y prolongadas que las del pasado”, previene el gurú más respetado por Wall Street.

Esa predicción coincide, en parte, con un pronóstico similar formulado por los analistas del banco JP Morgan Chase sobre la base de un nuevo modelo de previsión de crisis financieras. Para esos expertos, la crisis se producirá en 2020, pero será menos grave que la precedente.

Las consecuencias más importantes, aseguran, serán una pérdida de 20% de las acciones de las grandes empresas norteamericanas, un aumento de 1,5% del costo de financiamiento, una caída de 35% de los precios de la energía y de 29% de los metales, un derrumbe de 49% de los valores bursátiles en los países emergentes y de 14,4% de sus divisas nacionales.

Patrick Artus, jefe economista del banco de negocios francés Natixis, también prevé una situación extremadamente inquietante y, sin poner fechas precisas, sugiere vigilar atentamente las cinco tendencias de la economía mundial que considera más peligrosas:

• La situación de los países emergentes con déficits exteriores importantes, que se agravarán si prosigue la fuga de capitales.

• La desaceleración de la economía china, tan inquietante como el “nivel muy elevado” del endeudamiento del país.

• La situación económica y política de Italia, que es “claramente” el eslabón débil de la zona euro y que puede provocar una nueva crisis de la moneda común.

• La progresiva formación de una nueva burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y Japón.

• La evolución del déficit exterior de Estados Unidos y sus crecientes dificultades para financiarlo.

El primer punto fue confirmado por Paul Gruenwald, economista jefe para ratings internacionales de Standard & Poor’s (S&P), quien asegura claramente que los inversores están empezando a retirar sus activos de los países emergentes.

A las crisis monetarias que han sacudido en las últimas semanas a Argentina, Brasil, Turquía y Sudáfrica, ahora acaba de sumarse la India, séptima economía del planeta, que sufre una acelerada depreciación de la rupia. La OCDE (Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico) incluyó a la India entre las “victimas colaterales” de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.

Ese alineamiento desfavorable de los planetas en la carta astral de las finanzas mundiales es inquietante, pero tiene la ventaja de acordar un cierto margen de maniobra a los actores de la economía para tratar de amortiguar el impacto.