La muerte de George Floyd y las consecuentes manifestaciones en Estados Unidos han puesto la discusión del racismo sobre la mesa de muchas familias. Pero para los afroestadounidenses, la conversación ha sido siempre parte de la educación de los menores, para que estén advertidos de los peligros que afrontan en el país.
"No conozco a padres negros que no tengan esta conversación con sus hijos", dijo Tiffany Russell, de 26 años. "Pero ahora definitivamente es un buen momento", añadió.
Cuando Russell tenía tres años, después de un dramático incidente, su madre se sentó con ella y le explicó lo que sucedió. Le aconsejó entonces cómo comportarse en el futuro: "Hay que tener cuidado con la forma en que actúas, en cómo reaccionas".
"'No puedes ser demasiado agresiva, o estar demasiado enojada'. Ella me dijo que si un policía me detiene, simplemente no debía decir nada y solo escuchar. 'Incluso si estás molesta, no puedes demostrar que estás molesta'", recordó Russell.
Glen Henry, afroestadounidense y padre de cuatro niños, habló con sus dos hijos mayores, de cinco y siete años, sobre lo que probablemente encontrarían.
Un YouTuber, filmó y publicó la conversación. Su esposa Yvette se opuso inicialmente a tocar el tema a edad tan temprana. Al final del video, lloraba.
Henry la convenció de que los acontecimientos recientes justificaban poner el racismo sobre la mesa con "niños que no deberían tener que aprender esto".
Brittany Everette, una madre mestiza de 27 años y de Virginia, acudió a Twitter para saber si había llegado el momento de hablar con su hijo.
"Los niños ven el mundo como este lugar brillante, lleno de oportunidades y maravillas", dijo. El suyo, que comenzará el jardín de infantes en el otoño boreal, a veces se viste como un oficial, contó.
Para Russell, proteger a los niños es "no hacer justicia".
"No pensé que [la conversación] nos quitara nada de nuestra inocencia o parte de nuestra infancia", dijo. "Nos hizo conscientes de nuestras acciones". "Es la realidad".
"Balance delicado"
Everette y su esposo, que es un hombre negro, finalmente acordaron que eran necesarias dos discusiones: primero sobre la cuestión racial, y luego, sobre la brutalidad policial contra la minoría negra.
En muchos sentidos, la discusión dura toda la vida, con complejidades adicionales en hitos que incluyen comenzar la escuela primaria, ingresar a la fuerza laboral u obtener una licencia de conducir.
Joseph West, socio del bufete de abogados Duane Morris y padre, recuerda lo que su propio padre le dijo antes de salir a su primer recorrida al volante: le enseñó a conducir con cuidado y a respetar las normas de tránsito, pero también le recomendó no hacer movimientos rápidos en caso de que la policía lo detuviera, y a usar un tono respetuoso, incluso en caso de que lo pararan de forma injustificada.
¿El mensaje? "Aunque la gran mayoría de los agentes de la ley son buenas personas, tienen de hecho el poder de quitarte la vida, y es mucho más probable que te suceda si eres un hombre negro que si no lo eres", dijo.
"Fue una realidad escalofriante para asimilar en ese momento, y es algo que me acompaña hasta el día de hoy", añadió West.
Según Everette, el mensaje varía para niñas y niños: "Los niños negros pasan de ser lindos niños pequeños a amenazas, mientras que las niñas negras son sexualizadas y vistas como maduras a edades mucho más tempranas".
West ya había discutido temas de racismo con sus hijos, pero lo profundizó una vez más cuando circularon en línea las imágenes de la muerte de Floyd.
"Hay que mantener un equilibrio muy delicado", explicó.
"Quieres proporcionarles suficiente información para que puedan tomar decisiones informadas sobre sus interacciones... sin reducir la confianza que quieres que tengan".
"Existe una delgada línea entre la confianza que los ayudará a tener éxito y el exceso de confianza que podría hacer que los maten", dijo el abogado, que trabaja temas de diversidad en su firma.
Después de publicar un ensayo en Law.com sobre la conversación con niños negros sobre los juicios que enfrentarán, West dijo que recibió cientos de mensajes en su mayoría de apoyo.
En especial hombres blancos, relató West, le dijeron que "lo que les había expresado nunca les ocurrió y que iban a tener esa versión de la conversación con sus hijos".