Internet nos ofrece todo un océano donde navegar encontrando información sobre los temas que nos inquietan y uno de ellos es la salud.
Sin embargo, en la era de las fake news, corremos el riesgo de confundir las noticias útiles con las falsas.
Tal es el caso del movimiento antivacunas, tal vez uno de los engaños más peligrosos, ya que cientos de familias en todo el mundo se ha rehusado a vacunar a su hijos recién nacidos por temor a consecuencias graves.
El origen de este movimiento se originó tras la publicación de un ensayo clínico realizado por el médico británico Andrew Wakefield, y que se publicó en la revista médica The Lancet. El estudio involucró a 12 menores de edad con la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubiola), y que tras su aplicación presentaban problemas de autismo. Tras esta publicación, autoridades sanitarias reportaron que en la siguiente década las aplicaciones disminuyeron en 7%.
Sin embargo, dos años más tarde la investigación fue desmentida, se trataba de un estudio falseado, determinaron varios experto. El Colegio General Médico Británico indagó al respecto de dicho estudio y, en 2010, retiró a Wakefield la licencia médica.
La misma revista médica The Lancet reveló que habría cobrado 800 mil dólares por la publicación realizada por un organismo que aparentemente estudiaba los presuntos daños de las vacunas.
En 2015 se llevó a cabo un nuevo estudio en 95 mil niños, donde se llegó a la conclusión que no existía ninguna relación entre el autismo y la vacuna. Pese a ello, el movimiento antivacunas ha perdurado hasta la actualidad.
En este punto uno se pregunta cómo es posible que subsistan estos grupos, la realidad es que internet juega un papel muy importante en la fortificación de la ideología, y es que es la herramienta de investigación más cercana y accesible hoy en día para que los padres encuentren solución a sus dudas, y esta falta de conocimiento los orilla a sitios de internet sin sustento que defienden al movimiento antivacunas y logran convencer a los ya confundidos padres.
Los antivacuna se han expandido por todo el mundo, siete de los 10 países con mayor número de seguidores se encuentran en Europa. Francia ocupa el primer puesto seguido por Bosnia, Rusia, Mongolia, Grecia, Japón y Ucrania.
En EU cada día más personas se unen a esta corriente. California es uno de los estados que más casos presenta, pese a que recientemente se registró un brote de sarampión que activó la alerta mundial.
En Italia, el tema ha movilizado a las autoridades a tomar medidas ante este movimiento, ya que se ha desatado una epidemia de sarampión en menores de edad, una enfermedad que oficialmente estaba erradicada, por lo que se desató un caos político por la obligatoriedad de la vacunación para la inscripción escolar, medida que ha dividido al gobierno, ya de por sí caótico en su estructura.
La Organización Mundial de la salud notificó que los casos de sarampión se han disparado de forma alarmante en Europa, con 41 mil casos registrados tan sólo en 2018, la cifra más alta en los últimos 10 años, los países que encabezan esta lista son Ucrania, Francia, Georgia, Grecia, Italia, Rusia y Serbia. En América se detectaron en este año cinco mil casos en 11 países, el país a la cabeza es Venezuela, seguido de Brasil, EU, Colombia, Canadá, Ecuador, Perú, Argentina, México y Guatemala.
El movimiento antivacunas ha sido respaldado por figuras mediáticas que impulsan la falsa teoría, la primera en defender la tendencia fue Jenny McCarthy, la exconeja de Playboy tuvo un hijo con autismo y responsabilizó a las vacunas, quien le siguió fue el actor Jim Carrey y por último Robert de Niro, este es un fiel defensor del movimiento creando incluso un documental para defender la causa.
No podía faltar una de las figuras más polémicas de EU; el mismo Donald Trump durante su campaña para la Presidencia prometió que buscaría que los niños recibieran las vacunas adecuadas para evitar el autismo y otras enfermedades.