El líder social-liberal Emmanuel Macron, considerado como lanueva esperanza de la política francesa, dio un paso significativopara acercarse al Palacio del Elíseo al aceptar una alianza con elpatriarca centrista, François Bayrou.
Ese acuerdo decisivo, que imprimió un giro espectacular a lacampaña, fue posible después de que el veterano dirigentecentrista anunció ayer su decisión de no postularse a laelección presidencial del 27 de abril y 7 de mayo, para “evitaruna dispersión de sufragios” y al mismo tiempo lanzó una clara“propuesta de alianza” dirigida al creador del movimiento EnMarcha.
El anuncio del respetado líder centrista fue acogido con unaexplosión de júbilo en el cuartel general de Macron, puesprácticamente asegura su participación en la segunda vuelta y leacuerda una seria posibilidad de llegar al Palacio del Elíseo(sede de la presidencia francesa) dentro de 73 días.
La propuesta de Bayrou "se inscribe plenamente en el enfoque derenovación que sostenemos desde el principio. Por eso acepto",respondió el joven candidato de 39 años quien numerosos analistaspolíticos definen como “el Kennedy francés”.
Bayrou, de 65 años —que fue candidato presidencial en 2002,2007 y 2012— puede aportar un apoyo decisivo a Macron. Hombre defuertes convicciones humanistas, discípulo del filósofo pacifistaitaliano, Lanza del Vasto, también es conocido por su catolicismo—que practica sin exhibicionismo— y por las posicioneseuropeístas que defendió durante toda su vida. Poco antes, Macrontambién había recibido el respaldo de François de Rugy,presidente del Partido Ecologista, que hace un mes habíaparticipado en las primarias de la izquierda. Los sondeos leatribuyen un caudal de uno a dos por ciento de sufragios.
El 5.5 por ciento de intenciones de voto que tiene Bayrou,según las últimas encuestas, ayudaría a reforzarconsiderablemente el potencial de Macron, que en la actualidadoscila entre 17 y 19 por ciento. Esa unión de fuerzas loacercaría considerablemente a Marine Le Pen, candidata del FrenteNacional (FN) de extrema derecha, que encabeza los sondeos con uncaudal de 27 por ciento.
Como en política no todo depende de los cálculos aritméticos,Macron se beneficiaría con la imagen de decencia, seriedad ydesinterés que demostró Bayrou en sus 35 años de carrerapolítica.
En la hipótesis de una segunda vuelta, Emmanuel Macronobtendría 59 por ciento de los votos contra 41 por ciento de lacandidata del FN. Algunos sondeos llegaron a atribuirle 63 porciento.
"Una mayoría se construye a partir de historias distintas, defamilias políticas distintas, con la condición de que seanrespetadas, con todas sus identidades, sus armas y su bagaje", dijoayer Bayrou al anunciar su decisión en una multitudinariaconferencia de prensa.
Las conversaciones entre ambos dirigentes comenzaron hace unasemana y ambos dirigentes volverán a reunirse hoy para precisarlas condiciones del acuerdo.
El veterano líder centrista aseguró que había exigido aMacron el compromiso de impulsar una batería de medidas para"moralizar" la política francesa: “Nunca, en los últimos 50años, la democracia en Francia ha conocido una situación así dedescompuesta", argumentó al explicar los motivos de esa exigencia.Accesoriamente, esa frase y su propuesta constituyen un misilcontra la candidatura de Fillon.
En la primaria de la derecha y el centro, en diciembre, Bayrouhabía apoyado la candidatura de Alain Juppé. El “programa ultraliberal” y los problemas judiciales que enfrenta Fillón loconvencieron de que era imposible cualquier acercamiento con elcandidato de la derecha conservadora.
Algunos rumores que circulan en medios políticos insinúan que,como parte del acuerdo, Bayrou dio a entender que le interesaríaser designado Primer Ministro si Macron llega al poder. Tambiénreclamó al parecer que una cantidad importante de candidaturaspara diputado sea atribuida a dirigentes de su partido Modem(Movimiento Demócrata).