WASHINGTON. El gobierno de Donald Trump comenzará a recolectar muestras de ADN de los inmigrantes que entren irregularmente al país a partir de abril para colocarlos en una base de datos de la policía federal, una polémica medida que ya se aplica en la frontera a través de un programa piloto.
La normativa que ya había sido anunciada en octubre permitirá al Departamento de Seguridad Interior (DHS) recolectar las muestras, lo que generó críticas de las organizaciones de derechos humanos que alertaron sobre posibles violaciones a las libertades de las personas.
En octubre, las autoridades de EU habían anunciado este plan indicando que existen normativas sobre la recolección de muestras de ADN para personas detenidas que fueron emitidas por el Departamento de Justicia en 2006 y en 2010, pero que no habían sido implementadas
Sin embargo, desde el pasado 6 de enero, la Patrulla Fronteriza comenzó a recolectar muestras de ADN de cualquier persona en su custodia a la que tomaba las huellas dactilares, mediante el uso de hisopos o palillos de algodón que se pasan por la cara interna de las mejillas, según un documento oficial del DHS.
Cuando entre en vigor la nueva norma, esas muestras se enviarán al Buró Federal de Investigaciones (FBI) para que las almacene en su base de datos criminal nacional, y pueda ser compartida con otras divisiones del gobierno, según un funcionario del Departamento de Justicia.
El gobierno del expresidente Barack Obama pidió eximir a los inmigrantes de esta normativa afirmando que los costos de someter a estas pruebas de cientos de miles de personas era prohibitivo
El adjunto del Fiscal General, Jeffrey Rosen, defendió que el cambio propuesto "va a ayudar a salvar vidas y a llevar a criminales" ante la justicia.
Los activistas de derechos humanos denuncian que la medida atenta con la protección de datos personales y señalan que equipara a los inmigrantes con delincuentes.
La organización indicó que también facilita que "un día el gobierno llame a la puerta para pedir el ADN en base el mismo pretexto falaz de que un día una persona puede cometer un crimen".
Sin embargo, el Gobierno de Trump defiende que cruzar la frontera de manera ilegal es ya un crimen en sí mismo, por lo que se siente con autoridad para recoger esas muestras de ADN.
La ley permite la recolección de huellas dactilares y ADN incluso para los no estadounidenses.