PARÍS, Francia. La capital de Francia vivió una jornada de características insurreccionales con violentos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden en torno del emblemático Arco de Triunfo, destrozos de vitrinas y ataques de agencias bancarias en la avenida de los Campos Elíseos e incendios de vehículos en el corazón de París.
Desde Buenos Aires, donde asistía a la cumbre del G20, el presidente Emmanuel Macron reiteró que “siempre escuchará las oposiciones”, pero condenó “la violencia […] que no se justifica por ninguna causa”. También prometió que los culpables, que “quieren el caos”, serán identificados y juzgados. “Jamás aceptaré la violencia”, reiteró. Macron llegará de regreso a París y de inmediato se reunirá con los principales responsables del gobierno para estudiar la respuesta a ese abrupto agravamiento de la situación.
Los graves incidentes de París, que por momentos tuvieron rasgos de guerrilla urbana, provocaron más de un centenar de heridos, incluyendo 14 policías. Uno de los heridos se encontraba anoche “entre la vida y la muerte”, según fuentes oficiales.
El ministerio del Interior reveló igualmente que había 270 detenidos. Como resultado de los disturbios, también hubo más de 50 vehículos incendiados -entre ellos dos patrulleros policiales-, así como un centenar de negocios vandalizados.
En todos los casos, los activistas atacaron en particular las agencias bancarias y otros “símbolos de la opulencia”, como los negocios de artículos de lujo.
Por segundo sábado consecutivo, los disturbios estallaron temprano cuando pequeños grupos incontrolables de extrema derecha y de extrema izquierda se infiltraron en los grupos de “chalecos amarillos” que llegaban para manifestar en la zona de los Campos Elíseos.
En el momento de mayor afluencia, los “chalecos amarillos” llegaron a reunir cinco mil 500 manifestantes en París, según cálculos del ministerio del Interior. Mezclados con esos militantes pacíficos, había entre mil y mil 500 activistas que, según las autoridades, contaban con experiencia y equipamiento para este tipo de enfrentamientos con la policía.
Simultáneamente con los enfrentamientos de París, también estallaron disturbios en el interior del país. Las principales escenas de violencia y enfrentamientos con la policía en el interior se registraron en Toulouse, Marsella, Burdeos, Montpellier, Lille, Rennes, Angers, Nantes, Estrasburgo y Saint-Etienne. En Puy-en- Velay, un grupo de “chalecos amarillos” incendió el edificio de la prefectura.