KATOWICE, Polonia. La 24 conferencia de la ONU sobre el clima (COP24) empezó ayer en la ciudad polaca de Katowice con el objetivo de poner en marcha el acuerdo de París frente a la urgencia climática.
El presidente saliente de la COP23, el primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, pasó el relevo a su sucesor polaco, Michal Kurtyka, que presidirá la conferencia de este año.
La cita, que hoy se abre oficialmente y se prolongará hasta el 14 de diciembre, reúne a 30 mil delegados de 197 países para una maratón de complejas negociaciones con una creciente sensación de urgencia, compartida por delegaciones nacionales y grupos ecologistas, y de haber alcanzado un momento crítico.
La responsable sobre el clima de Naciones Unidas afirmó que los impactos del desajuste climático "nunca fueron tan graves" y tienen que obligar a la comunidad internacional a "hacer mucho más" para combatirlo.
"Este año debería ser uno de los cuatro más calientes jamás registrados. Las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera están en su punto más alto y las emisiones continúan aumentando", dijo Patricia Espinosa en un comunicado en la cumbre.
"Los impactos del cambio climático nunca fueron tan graves. Esta realidad nos dice que tenemos que hacer mucho más. La COP24 tiene que hacer eso posible", agregó Espinosa.
Los desajustes climáticos ya están afectando a "las comunidades de todo el planeta" y las "víctimas, destrucciones, el sufrimiento" que conlleva, "hace que nuestro trabajo sea más urgente", dijo la responsable de la ONU.
Con el Acuerdo de París de 2015, el mundo se comprometió a limitar la subida de la temperatura a 2 oC respecto a la era preindustrial, e idealmente a +1,5 oC.
El reciente informe de los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), destacó la diferencia "neta" en el impacto que tendrían esos dos objetivos, que irían desde olas de calor al aumento del nivel del mar.
Pero los compromisos que hasta ahora han tomado los firmantes del acuerdo de París llevarían a un mundo a +3 oC.
Puesto que el planeta ya ha subido 1 oC, para mantenerse por debajo de +1,5 oC, las emisiones de CO2 deberían reducirse casi un 50% para 2030 respecto a 2010, según el IPCC.
Los miembros del G20, excepto Estados Unidos, reafirmaron el sábado su apoyo al Acuerdo de París.
En tanto, los presidentes de las últimas cuatro cumbres del clima llamaron a una "acción decidida" para afrontar la "amenaza urgente" del calentamiento global: "El mundo está en una encrucijada", advirtieron en un comunicado conjunto.