MOSCÚ. Vladimir Putin, afronta a una presión sin precedentes por el arresto de un reportero de investigación acusado de delitos de drogas, con voces independientes y pro-Kremlin instando a su liberación.
Su arresto desencadenó una rara muestra de solidaridad popular, y el Kremlin dijo que era importante "admitir los errores" y no repetirlos, pero defendió a sus organismos de justicia.
"Seguimos muy atentamente cómo avanza el caso", declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y aseguró que existen "muchos interrogantes", aunque rechazó poner en duda su confianza en las fuerzas de seguridad rusas.
El movimiento de apoyo al periodista Iván Golunov, de 36 años, en arresto domiciliario desde la semana pasada, se amplificó ayer.
"Yo soy, nosotros somos Iván Golunov", rezaba la portada conjunta de tres influyentes periódicos, RBK, Vedomosti y Kommersant, en una insólita campaña para conseguir la liberación.
Se trata de una muestra de solidaridad sin precedentes entre los medios liberales rusos que desde el primer momento hicieron una prioridad de la cobertura del caso.
Golunov, un prominente colaborador del medio independiente Meduza, conocido por sus investigaciones sobre la corrupción en el ayuntamiento de Moscú o en sectores como el de los microcréditos y las pompas fúnebres, fue detenido el pasado jueves en el centro de la capital rusa.
La Policía sostiene que el periodista, de 36 años, portaba bolsas con droga en su mochila y guardaba estupefacientes en casa, junto con una balanza destinada a medir la cantidad de la mercancía.
El periodista asegura que nunca ha tenido relación alguna con la droga y que los estupefacientes hallados entre sus pertinencias y en su domicilio son una "provocación" de los órganos de seguridad y relacionada con su actividad profesional.
"Creemos que las pruebas de culpabilidad de Iván Golunov, proporcionadas por los investigadores no son convincentes", apuntan RBK, Vedomosti y Kommersant en su declaración común.
"No descartamos que la interpelación y el arresto de Golunov estén relacionados a sus actividades profesionales", añaden.
Desde el arresto del periodista muchos de sus colegas, también de los medios oficiales, así como artistas y políticos, le dieron su apoyo. Más de 66 mil personas firmaron además una petición para exigir su liberación en la web Change.org.
Las autoridades erstán nerviosas ante un potencial estallido de los disturbios sociales en un momento en que el presidente Vladimir Putin enfrenta críticas por un deterioro en la calidad de vida en el país.
