E L PASO. La ciudad del El Paso se congregó para arropar a Antonio Basco, que quedó solo en el mundo tras perder a su mujer en la matanza perpetrada hace dos semanas en esta ciudad de mayoría latina que dejó 22 muertos, entre ellos ocho mexicanos.
Cientos de personas, acudieron al último adiós a Margie Kay Reckard de 63 años, quien murió el 3 de agosto cuando un hombre armado con un rifle irrumpió en un supermercado abriendo fuego contra la concurrencia.
El acusado -que había conducido nueve horas para llegar hasta esta ciudad fronteriza donde el 83% de la población es latina- confesó a la policía que su objetivo eran los "mexicanos".
"Teníamos un vínculo que no se pude imaginar", dijo Basco el jueves al diario local El Paso Times. "Ella fue mi primer amor", contó sobre la relación.
Sin otros parientes, la muerte de su mujer dejó a Basco solo en el mundo, por lo que le dijo a la funeraria Perches Funeral Homes que "todos eran bienvenidos" en la ceremonia y después de que el avisose publicara en la página web, comenzaron a llegar flores y mensajes de aliento de desconocidos.
El director de la funeraria, Harrison Johnson, dijo que Basco pensó que "iba a enterrar a su mujer solo".
"Esto es una comunidad que se congrega para acompañarlo, para sostenerlo", dijo Johnson al diario The New York Times.
Debido a la gran cantidad de respuestas recibidas, la casa funeraria trasladó la ceremonia a un lugar más espacioso. Durante la ceremonia, decenas de personas dieron el pésame a Basco y se entonó la canción "Amor eterno" de Juan Gabriel.
Se activó una plataforma para recaudar fondos destinados a Bosco, quien ahora vivirá sin su esposa.