Un líder indígena que luchaba contra la invasión de tierras en el estado brasileño de Maranhao (nordeste) fue asesinado a tiros el martes, informaron el gobierno local y oenegés que actúan en la región.
Zezico Guajajara "fue muerto a tiros (...). Las circunstancias de su muerte todavía no están claras, pero los Guardianes [grupo organizado de indígenas que vigilan la selva y alertan sobre invasiones] son frecuentemente amenazados por las poderosas mafias de madereros", indicó la ONG Survival International en un comunicado este miércoles.
La muerte de Zezico, que además era profesor, ocurre cinco meses después del asesinato de otro dirigente indígena, Paulo Paulino Guajajara, en esa región que alberga tanto a la etnia Guajajara como a la tribu aislada de los Awá, sin contacto con el resto de la sociedad y extremadamente vulnerables.
Al menos cuatro indígenas de la etnia Guajajara fueron asesinados en noviembre y diciembre de 2019, según datos del Consejo Indigenista Misionero (Cimi), organización vinculada a la Iglesia católica que busca dar apoyo a los indígenas.
El gobernador de Maranhao, Flavio Dino, lamentó el "homicidio" y aseguró que su gobierno auxiliará a las autoridades federales para dar "seguridad a los indígenas en sus tierras".
La Secretaría de Educación de Maranhao deploró igualmente el "asesinato" del profesor, que daba clases en la red pública de escuelas y era director de un centro de educación en la Tierra Indígena Arariboia, a unos 500 km al sur de Sao Luis, capital de Maranhao.
La Fundación Nacional del Indio (Funai), órgano del gobierno federal para asuntos indígenas, definió a Zezico Guajajara como "un líder importante y activo en la región" y afirmó que la Policía Federal investiga el caso.
"La situación del pueblo guajajara es trágica y ejemplar en relación a la vulnerabilidad a la que muchas comunidades indígenas están expuestas en todo Brasil, incluso aquellas que viven en tierras ya reconocidas legalmente y que, en teoría, cuentan con la protección del Estado", afirmó el Cimi en un comunicado que también firman las ONG Greenpeace, Centro de Trabajo Indigenista (CTI) e Instituto Socioambiental (ISA).
El presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro ha multiplicado sus discursos e iniciativas para abrir las tierras indígenas -protegidas constitucionalmente- a actividades económicas como la minería.
Para los indígenas y las ONG que defienden sus derechos, estas propuestas no solo colocan en riesgo la preservación del medio ambiente, sino la propia vida de quienes habitan esos territorios, al fomentar invasiones y amenazas que suelen quedar impunes.