Las restricciones instauradas por el Gobierno argentino el pasado 20 de marzo consiguieron controlar la propagación de la Covid-19: mientras otros países de la región como Perú, Chile o Brasil veían crecer sin control el número de casos y muertes, durante los primeros meses de la pandemia Argentina limitó el brote al área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona más densamente poblada del país.
Sin embargo, el virus logró traspasar las fronteras del AMBA y se expandió, poco a poco, por las provincias del interior, muchas de las cuales habían dejado atrás en junio la etapa de "aislamiento social, preventivo y obligatorio" para encaminarse a otra de mayor flexibilización, conocida como "distanciamiento social, preventivo y obligatorio".
Si en el sexto mes del año la capital argentina y su populoso cinturón urbano concentraban más del 90 % de casos de covid, hoy ese porcentaje apenas es del 27.5 %, de forma que las provincias representan un 72.5 % de las nuevas infecciones por coronavirus, con Santa Fe, Córdoba y Tucumán a la cabeza.
En el caso de Buenos Aires, la capital alcanzó el "pico" en agosto y desde entonces ha bajado lentamente la curva de contagios, con apenas 557 positivos este lunes, siendo la única región argentina, junto con las provincias de Salta y Jujuy, en donde el número de casos descendió de forma plausible en las últimas fechas. Con información de EFE
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