Durante toda la pandemia se han contabilizado en África apenas 183 muertes por cada millón de personas, mientras que en regiones más desarrolladas y con tasas de vacunación más altas, como Norteamérica o la Unión Europea, esta proporción supera las dos mil.
En general, los países africanos son superados por países más desarrollados en cuanto a mortalidad, por ejemplo en Estados Unidos se han registrado casi tres mil muertes por cada millón de habitantes, en tanto que en Somalia, Congo o Etiopía no se llegan a las 100.
Esta baja mortalidad puede deberse a factores como un promedio de edad joven en comparación con otras regiones, la exposición a patógenos más letales, como la malaria y el cólera, un estilo de vida al aire libre así como aislado de grandes congregaciones, pero sobre todo, un gran subregistro de casos.
Según estimaciones de la ONU, 2 de cada 3 contagios en África nunca fueron reportados.