El gobierno de Joe Biden anunció este sábado que acatará la orden de un juez federal de Luisiana quien dispuso que se mantenga la aplicación del Título 42 a través del cual los migrantes son expulsados fast track a México y otros países bajo la premisa de controlar el Covid-19.

La medida expiraba mañana y abría la puerta para poner fin a la decisión de llevar a cabo deportaciones exprés masivas.

Sin embargo, a través de una declaración distribuida por la embajada estadounidense, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó que se seguirá aplicando al tiempo que reforzará la vigilancia de su frontera sur con el envío de 600 nuevos agentes y el aumento de personal para controlar los incrementos potenciales de migrantes que se encuentran del lado mexicano. Además, reveló que ha establecido un Centro de Coordinación de la Frontera Suroeste para ejecutar esos planes.

“Daremos cumplimiento a la orden de la corte de continuar haciendo cumplir la Orden del Título 42 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades mientras permanezca vigente. Mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional continuará ejecutando su plan integral que suma a todo el gobierno para gestionar los icrementos potenciales en la cantidad de migrantes que se encuentran en nuestra frontera”, señala la declaración.

El viernes, tras conocerse el fallo que mantiene vigente el Título 42, el gobierno de Joe Biden anunció que apelará, aunque de momento se acatará la decisión judicial.

“"La administración no está de acuerdo con la decisión del tribunal y el Departamento de Justicia anunció que apelará", dijo en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

Pese a que el Título 42 seguirá vigente, organizaciones de la sociedad civil de México y Estados Unidos esperaban el arribo masivo de migrantes a las ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez y Matamoros.

Marcela Medina, integrante de la Casa del Migrante de Tijuana, aseguró en entrevista con El Sol de México que 60 nuevos albergues fueron instalados a lo largo de los más de tres mil kilómetros de frontera que separa ambas naciones, con capacidad de hasta 150 personas cada uno.

Además, se creó una red de apoyo legal que incluye la contratación de al menos 20 abogados expertos en trámites migratorios y se alistaron unos 300 voluntarios para atender las necesidades de hospedaje y alimentación de los migrantes mientras intentan cruzar a la Unión Americana o deciden regresar a sus países de origen. La estrategia, de acuerdo con Medina, se mantendrá pues no se sabe en qué momento la aplicación de esta orden pueda ser levantada “y más vale estar preparados”.

Entre tanto, la activista aseguró que se continuará con la recolección de ropa, comida y medicamentos entre la población fronteriza para hacer frente a lo que las organizaciones predicen como “una nueva crisis migratoria”.

“Aunque por el momento la decisión del presidente Biden para levantar esta medida fue bloqueada, los migrantes siguen llegando a la frontera con la urgencia de ser atendidos, se mantenga o se levante el Título 42, los migrantes siempre requieren de ayuda”, dijo.

Agregó que, incluso, se negoció el apoyo de los empresarios fronterizos para que se sumen al plan de ayuda ante el temor de que la llegada masiva de migrantes pueda provocar nuevas revisiones exhaustivas en las exportaciones, como las que impuso hace unas semanas el gobernador de Texas, Greg Abbott, como medida de presión para que México controle el paso por su territorio de migrantes; así como hasta un posible cierre de fronteras.

De acuerdo con Manuel Sotelo Suárez, presidente de la Asociación de Transportistas de Ciudad Juárez, entre las acciones que el gremio ya contempla son el cruce de mercancías a través de Santa Teresa, Nuevo México, en caso de que Texas ordene de nuevo inspecciones exhaustivas a los camiones de carga con motivos de seguridad. Agregó que para ello, autoridades norteamericanas y mexicanas buscan evitar que las vías por donde se realizan los trámites de comercio exterior se vean afectadas con la llegada de migrantes, tras el fin del Título 42.

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“A eso fue el canciller Marcelo Ebrard a Washington, a ver que se hará en caso de un arribo masivo de migrantes a la frontera y la manera en que esto no afecte, otra vez, el comercio bilateral, nosotros como transportistas estamos dispuesto a apoyar en lo que se requiera para que este arribo no nos afecte”, afirmó a este diario.

Del lado estadounidense, las organizaciones y gobiernos estatales también se prepararon. Texas y California anunciaron que declararían emergencia a fin de recibir fondos extraordinarios del gobierno federal para afrontar las necesidades de hospedaje y alimentación de miles de extranjeros que cruzarían en busca de asilo político en Estados Unidos. Al mismo tiempo, organizaciones como Casa Asunción tiene listo un albergue con más de cien casas de campaña para atender a los migrantes.