El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prometió este martes en su discurso de investidura liberar al país de los males que a sus ojos lo sumieron en "la mayor crisis ética y moral de su historia".
"Convoco a cada uno de los congresistas a ayudarme en la misión de restaurar y volver a erguir a nuestra patria, liberándola definitivamente del yugo de la corrupción, la criminalidad, la irresponsabilidad económica y la sumisión ideológica", proclamó ante el Congreso el exmilitar, de 63 años, convertido en el 38º presidente de la mayor potencia latinoamericana.
Bolsonaro propuso un "pacto nacional entre la sociedad y los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial" para cumplir con un programa conservador en lo social, y liberal en lo económico.
"Vamos a unir al pueblo, a valorar la familia, respetar las religiones y nuestras tradiciones judeo-cristianas, combatir la ideología de género, conservando nuestros valores", proclamó.
"Brasil volverá a ser un país libre de amarras ideológicas", sentenció.