Brasil. El ultraderechista Jair Bolsonaro ganará las elecciones presidenciales este día en Brasil con un 56.8 % de los votos válidos, frente al 43.2% que obtendrá el progresista Fernando Haddad, según una encuesta divulgada por la firma brasileña MDA.
Según MDA, la encuesta fue realizada entre este viernes y hoy, un período en que fueron entrevistados dos mil electores de 137 ciudades de todas las regiones del país.
El sondeo también ubicó en un 51.2 % el índice de rechazo de Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT) y que asumió esa responsabilidad hace poco más de un mes.
Una encuesta previa realizada por Datafolha muestra a Bolsonaro con el 56% de las intenciones de voto, contra 44% de Fernando Haddad.
Los candidatos presidenciales de Brasil lanzaron los últimos guiños al electorado, Bolsonaro continuó su campaña a través de las redes sociales, mientras que su contrincante de izquierda acudió a las favelas de Río de Janeiro.
Los brasileños se dividen por un lado entre Haddad, el delfín del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que promete regresarlos a los años dorados de bonanza económica comandados por el Partido de los Trabajadores (PT); y por otro un exmilitar nostálgico de la dictadura, partidario de liberar el porte de armas, que afirma poder "limpiar" a Brasil de la corrupción, la inseguridad y el "comunismo".
En su último acto de campaña, Haddad realizó una "caminata por la paz" en Heliópolis, la mayor favela de Sao Paulo (sudeste). Pocos miles de seguidores lo acompañaron por las estrechas callejuelas de la barriada, en clima de fiesta y vestidos de blanco.
El candidato Bolsonaro, por su lado, manejaba las últimas acciones de su campaña desde su casa, en Río de Janeiro, como es usual desde que fue apuñalado en un mitin de campaña el 6 de setiembre y debió someterse a un proceso de recuperación tras dos cirugías. Lamentó no estar cerca de la gente "por limitaciones médicas", y pidió a sus seguidores que no dieran por vencido el pleito.
La probable elección del ultraderechista augura tiempos tensos y desafiantes para la prensa en Brasil. Bolsonaro se ha valido de mitines y redes sociales para desacreditar la cobertura de su campaña, siguiendo el libreto del presidente Donald Trump en Estados Unidos.
Asimismo, luego de una campaña presidencial en la que la violencia política eclipsó el debate entre los candidatos, muchos brasileños temen que los ataques sigan después de la probable elección del postulante de extrema derecha.