LONDRES. Boris Johnson asumió como nuevo primer ministro británico y de inmediato cambió casi todo el gabinete por un equipo euroescéptico, con la promesa de que el Reino Unido saldrá a cualquier precio de la UE el 31 de octubre.
“Cumpliremos la promesa hecha por el Parlamento al pueblo y saldremos de la Unión Europea el 31 de octubre, sin condiciones”, declaró Johnson en su primer discurso en la puerta del 10 de Downing Street, tras haber sido investido oficialmente por la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham.
Apenas asumido, Johnson, de 55 años exalcalde de Londres y exministro de Relaciones Exteriores, apartó del gobierno a varios pesos pesados del equipo de Theresa May para rodearse de euroescépticos.
El exbanquero Sajid Javid, hijo de inmigrantes pakistaníes, fue nombrado ministro de Finanzas, un puesto estratégico en el contexto del Brexit, en particular en caso de salida sin acuerdo, que podría generar fuertes turbulencias económicas.
Johnson eligió a Priti Patel, cuyos padres son de origen indio y que es un ardiente abogado del Brexit, para el cargo del ministro del Interior.
Otro euroescéptico convencido, Dominic Raab, estará al frente del ministerio de Relaciones Exteriores, un puesto crucial en plena crisis con Irán, reemplazando a Jeremy Hunt, rival de Johnson en las internas del Partido Conservador.
De su lado, Steve Barclay continuará como ministro encargado del Brexit y será el interlocutor de los equipos de negociaciones con la UE.
En su discurso en la puerta de Downing Street, Johnson prometió que logrará sacar a Reino Unido de la UE en la fecha aguardada “cueste lo que cueste”, y con ello batirá a “los incrédulos, a los pájaros de mal agüero, a los aguafiestas”.
Conocido por sus meteduras de pata, su oratoria florida y brillante, y su turbulenta vida amorosa, fue designado nuevo líder del Partido Conservador sucediendo a Theresa May, quien renunció a raíz de su fracaso para implementar el Brexit.
La “prioridad inmediata” del nuevo líder conservador será lograr un Brexit “que sea aceptable para todo el Reino Unido”, advirtió May en su rueda de prensa de despedida, deseando “buena suerte” a su sucesor, a quien deja un país profundamente dividido.
El nuevo primer ministro nombró al cerebro de la campaña del Brexit, Dominic Cummings, como consejero, según una fuente de su equipo.
Mientras Johnson pronunciaba su discurso en la puerta de Downing Street, manifestantes anti-Brexit hicieron oír su enojo.