GLASWOW. La aplastante victoria de Boris Johnson, que deja vía libre al Brexit, implica para el primer ministro británico el riesgo de ver tambalearse la unidad del país, entre la exigencia de un nuevo referéndum soberanista en Escocia y la aspiración de una Irlanda reunificada.
Firmemente opuesta al Brexit, la jefa del gobierno autónomo escocés, la independentista Nicola Sturgeon, reafirmó su deseo a obtener una nueva consulta separatista seis años después del referéndum de 2014 en que 55% de escoceses votó por permanecer en el Reino Unido.
En las legislativas, su partido nacionalista SNP logró 48 escaños (de las 59 circunscripciones escocesas) en la Cámara de los Comunes, 13 más que en 2017.
Tras el anuncio del resultado, Sturgeon consideró que este deja a Escocia y el resto del país en "caminos divergentes".
La enérgica dirigente escocesa estima que "Johnson obtuvo en esta elección un mandato para sacar a Inglaterra de la Unión Europea", pero no a Escocia. La victoria del SNP constituye "un nuevo mandato", "reforzado", para dar a los escoceses la palabra sobre su futuro, afirmó.
Sturgeon anunció que volverá a la carga la próxima semana exigiendo a Londres un traspaso de poder que permita a los escoceses decidir por si mismos.
¿E IRLANDA?
El principal argumento de los escoceses para permanecer en el Reino Unido en 2014 era que una separación implicaría perder su membresía a la Unión Europea. Dos años después, en el referéndum del Brexit de 2016, 62% votó sobre la salida de la UE, contra 48% en el conjunto del país.
En otro rincón del Reino Unido, las legislativas podrían tener también un efecto terremoto y dar nuevo impulso a las aspiraciones de reunificar la isla de Irlanda, anexando la provincia británica de Irlanda del Norte a la vecina República de Irlanda, país miembro de la UE.
Por primera vez desde la partición de Irlanda en 1921, los nacionalistas obtuvieron más escaños en el Palacio de Westminster que los partidarios de pertenecer a la corona británica.
El partido unionista ultraconservador DUP, con quien se aliaron los "tories" para tener mayoría tras las desastrosas legislativas anticipadas de 2017, se quedó con ocho diputados, perdiendo dos. Uno de ellos es su líder en la Cámara de los Comunes, Nigel Dodds.
Los comicios demuestran "que no hay mandato para el Brexit en el norte de Irlanda", declaró a la radio pública RTE la lider del Sinn Fein Mary Lou McDonald, cuyo partido milita por la reunificación.