Boris Johnson estaba presionado este domingo para explicar una "disputa" conyugal que ha sacudido la carrera para suceder a la primera ministra británica, Theresa May, en la que él era hasta ahora el gran favorito.
Según un sondeo del semanario Mail On Sunday, el caso habría hecho mella en su popularidad para el electorado británico, aunque el exalcalde de Londres parece conservar intacto el apoyo de los militantes conservadores en la batalla que lo opone al ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt.
Los 160 mil miembros del partido designarán de aquí a finales de julio a su líder, que se convertirá automáticamente en primer ministro tras la retirada de May.
El sábado, Johnson se negó a contestar preguntas sobre este tema en el primer debate de una gira nacional en Birmingham (centro de Inglaterra), con Jeremy Hunt, delante de militantes conservadores que lo aclamaron de pie.
"No creo que la gente quiera oír este tipo de cosas", dijo a un periodista durante el encuentro.
En su lugar, intentó centrarse en sus políticas, diciendo que "necesitamos que el Brexit se haga", y prometiendo que prepararía al país si tiene que salir de la Unión Europea (UE) sin acuerdo.
"Falta de disciplina"
Hunt dijo, sin embargo, este domingo a la cadena Sky News que "alguien que quiere ser primer ministro tendría que contestar preguntas sobre cualquier cosa". El ministro de Comercio, Liam Fox, consideró por su parte en la BBC1 que "siempre es más fácil dar una explicación".
Alan Duncan, ex secretario de Estado para Relaciones Exteriores con Boris Johnson, explicó al diario The Guardian que su exjefe había demostrado "falta de disciplina" durante toda su carrera, y que "un gran signo de interrogación pesa sobre su cabeza".
El viernes, la policía de Londres acudió al domicilio de Johnson después de haber recibido una llamada que alertaba de una encendida disputa conyugal.
Según The Guardian, un vecino llamó a la policía la madrugada del viernes y dijo haber escuchado gritos y portazos en la vivienda de Johnson y su pareja, Carrie Symonds, ubicada en el sur de Londres.
Según el periódico, Symonds gritaba "déjame" y "sal de mi apartamento".
El vecino, que dijo que el altercado fue grabado desde el interior de su casa, contó a The Guardian que llamó en tres ocasiones a la puerta de la pareja, pero nadie respondió. Aseguró que escuchó "dos gritos muy fuertes" y un "gran portazo", que hizo temblar el inmueble.
Varios analistas estiman que esta "disputa" conyugal podría tener un impacto en la carrera a Downing Street, aunque las apuestas siguen prefiriendo a "BoJo".
Antes de que estallara este percance conyugal, el carismático Johnson tenía una holgada ventaja en la batalla para suceder a May, al obtener más de la mitad de los sufragios conservadores en la votación del jueves.