PARIS, Francia – La amenaza de una nueva crisis financiera mundial y las turbulencias que suele provocar en forma permanente el presidente norteamericano Donald Trump constituirán los dos factores más peligrosos de desestabilización que enfrentará el mundo en 2019.
En su último informe del año que terminó, el Banco Central Europeo (BCE) prevé una desaceleración de la economía mundial debido a la maduración del ciclo económico y el abandono de las políticas de estímulo que adoptaron los bancos centrales después de la crisis de 2008.
Después de un 2018 caótico, economistas y banqueros temen que los mercados financieros se transformen este año en auténticas montañas rusas.
Todos los expertos interpretaron como una advertencia los retrocesos que registraron las principales plazas financieras mundiales en diciembre: -9,7% el Dow Jones en Nueva York (que conoció su peor año desde 2008), -6,4% en París, -4,7 % en Londres y -7, % en Fráncfort.
A esos factores de inquietud se agregan la incertidumbre que provoca el inminente desenlace del Brexit y la guerra arancelaria entre Pekín y Washington, así como el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos. “Todos esos factores aumentarán la volatilidad y el nerviosismo de los mercados”, pronostica Jean-Hervé Lorenzi, profesor de economía en la Universidad Dauphine, de París.
Frente a los espesos nubarrones que se acumulan en el horizonte, Nicolas Bouzou, fundador de la consultora Asterès, no duda en afirmar que “en 2019 vamos a sufrir un krach bursátil violento. Es casi una certeza. La probabilidad es cercana a 100%”, asegura.
En circunstancias normales, el sistema tiene recursos para crear barreras de defensa, explica Marc Riez, director general de Vega IM, una sociedad de gestión de inversiones.
El gran problema es que el timón del transatlántico norteamericano está en manos de Donald Trump. Su incompetencia y comportamiento imprevisible y errático “puede convertir un conflicto comercial en una rivalidad geopolítica”, previene Ray Dalio, fundador de Bridgewater Associates, el mayor fondo especulativo del mundo, que administra 160 mil millones de dólares.
El enfrentamiento entre Estados Unidos y China “tendrá una influencia significativa sobre los mercados y es una tendencia que estará presente en los próximos años”, asegura. Las guerras, según Ray Dalio, estallan cuando un país aspira a la dominación.
“En los últimos 500 años, una potencia emergente desafió el liderazgo de la potencia dominante en 16 ocasiones. En 12 casos, ese reto desembocó en una guerra”, asegura con estadísticas al apoyo.
El actual desafío de China, que impugna la supremacía norteamericana, como antes lo habían hecho Alemania y Japón frente al imperio británico, debilita a la primera potencia mundial”, recordó Dalio.
El desafío que plantea China no es el único escenario de inestabilidad que debe enfrentar la política exterior de Estados Unidos.
Sin el apoyo de China, Trump está aislado para enfrentar la escalada diplomática de Corea del Norte, las incertidumbres del nuevo presidente brasileño Jair Bolsonaro, y las incógnitas que surgen en Europa, sobre todo en vísperas del Brexit.
El año 2019, en ese contexto, amenaza con convertirse en una verdadera bomba de tiempo.