ONDRES. La legislación que ratifica el acuerdo de salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) superó su último trámite parlamentario y quedó lista para entrar en vigor cuando la reina Isabel II de Inglaterra otorgue su asentimiento oficial.
La Cámara de los Lores respaldó la ley promulgada por el primer ministro, el conservador Boris Johnson, que permitirá que la ruptura con el bloque comunitario se materialice el próximo día 31.
Antes de la aprobación final del texto, la Cámara de los Comunes, donde el gobierno cuenta con mayoría absoluta, revirtió todos los cambios que la Cámara de los Lores había propuesto durante su tramitación.
Los diputados rechazaron una enmienda que defendía expedir una identificación física que demuestre el derecho de residencia en el Reino Unido de los ciudadanos comunitarios tras el Brexit.
También tumbaron una cláusula para blindar los derechos de los menores refugiados reunidos con sus familias en el Reino Unido y una propuesta para garantizar la devolución de competencias a Escocia y Gales después de la ruptura con la UE.
A partir del 1 de febrero se iniciará un periodo de transición de once meses, hasta el 31 de diciembre, en el que el Reino Unido continuará ligado a las estructuras comunitarias y cumpliendo las normas de la Unión.
En ese plazo, Londres y Bruselas deben negociar los términos de su futura relación bilateral, que no están detallados en el acuerdo de salida.
"Nos interesa enormemente, a ambos lados del canal (de la Mancha), llegar a un magnífico acuerdo de libre comercio con cero tarifas y cero cuotas", sostuvo Johnson en una intervención en Facebook.
"Tengo absoluta confianza en que podemos lograrlo", recalcó el jefe de Gobierno, que ha descartado solicitar una extensión a ese periodo de transición.
En las últimas semanas, Bruselas ha advertido sin embargo de que once meses es un plazo demasiado corto para alcanzar un acuerdo comercial completo con Londres. Según una fuente diplomática, Bruselas tiene como prioridad lograr en 2020 acuerdos sobre la pesca, la seguridad interior y exterior y sobre todo el comercio de bienes. El resto se negociará más tarde.
En materia comercial, Londres sólo busca un simple acuerdo de libre comercio.