PARIS, Francia – La primera ministra Theresa May quedó ayer en difícil posición al revelarse que, una vez que Gran Bretaña salga de la Unión Europea (UE), su economía perderá 8% de crecimiento en los próximos 15 años.
Ese inquietante pronóstico, que confirma los temores de los adversarios del Brexit (salida británica de la UE), se conoció gracias a la versión europea del sitio norteamericano BuzzFeed, que reveló un informe secreto del gobierno titulado EU Exit Analysis: Cross Whitehall Briefing (Análisis sobre la salida de la UE: datos básicos interministeriales).
La divulgación de esa auténtica bomba política sorprendió a Theresa May en momentos en que se aprestaba a partir con destino a Pekín para iniciar las conversaciones preliminares para negociar un acuerdo de libre comercio con China que recién podrá entrar en vigor después del Brexit, en 2019.
La peor de las hipótesis contempladas en el documento estima que, en caso de no llegarse a un acuerdo entre Londres y los otros 27 países de la UE, “el crecimiento se reduciría 8% durante un periodo de 15 años”.
Un segundo escenario prevé que, si obtiene un amplio acuerdo de libre comercio la UE, “el crecimiento [británico] sería 5% menor respecto a las previsiones actuales durante los próximos 15 años”. En el tercero de los casos, que permitiría al Reino Unido conservar un acceso al mercado único del Área Económica Europea, el crecimiento a largo plazo se resentiría un 2%. Este escenario, sin embargo, fue desechado por la primera ministra porque implicaría permitir la libre circulación de personas, algo que se ha convertido en un tema esencial en la política interna británica.
La divulgación de ese estudio reactivó la batalla interna del Partido Conservador, donde la primera ministra aparece cada vez más aislada. Theresa May sigue defendiendo en público la versión más dura del Brexit frente a las posiciones más moderados de pesos pesados del gabinete, como el ministro de Economía, Philip Hammond.
Debido a las proporciones escandalosas que alcanzó la revelación de ese informe, Theresa May tuvo que organizar una reunión de emergencia de su gabinete antes de viajar a Pekín.