Este martes el estado de California llevará a cabo una revocación de mandato, en la que los californianos decidirán si quieren que Gavin Newsom continúe en el cargo hasta enero de 2023, cuando termina su mandato.
¿Cómo funciona esta votación en el estado más poblado y rico de Estados Unidos?
¿Qué se pregunta?
La boleta tiene dos preguntas: en primer lugar, "¿Debe Gavin Newsom ser removido de la gobernación?", que sólo puede responderse con "Sí" o "No", y gana la opción que consiga una mayoría simple, es decir, 50% más uno.
Si gana el "No", todo continúa como está y Newsom tiene otros 18 meses de mandato por delante. Si gana el "Sí", se toma en cuenta la respuesta de la segunda pregunta: "¿Quién debería reemplazarlo?". En este caso, quien obtenga más votos entre los 46 candidatos gana la gubernatura, no importa cuan pequeña sea la cantidad de sufragios que reciba.
¿Quiénes son los candidatos?
El gobernador demócrata Newsom puede postularse, y su partido no apoyó a ningún candidato de forma oficial. Por otro lado, la mayoría de los contrincantes pertenecen al partido Republicano. De acuerdo a las encuestas, la estrella de la radio Larry Elder es quien más opciones tiene de encabezar el estado.
También figura el exalcalde de San Diego, Kevin Faulconer, el candidato que perdió la elección de 2018 contra Newsom, John Cox, y la estrella de televisión, Caitlyn Jenner.
La lista incluye, además, un YouTuber llamado Kevin Paffrath, famoso por desfilar en un Corvette fucsia, y un candidato del Partido Verde cuyo eslogan de campaña es: "¿Te gusta esto?"
El revocatorio es tradición en el estado
Gavin Newson ganó la elección en 2018 con el 62% de los votos; sin embargo, esta diferencia no sorprende, ya que California generalmente escoge candidatos con tendencia a la izquierda. Los Demócratas superan a los Republicanos por dos a uno.
Desde hace 50 años, todos los gobernadores de California han enfrentado por lo menos un intento de revocación, aunque por lo general fracasan.
En el caso del referendo de esta semana, los cambios en materia electoral permitieron que fuera más fácil convocar a la revocación en el estado: los opositores requirieron apenas el equivalente al 12% de los electores que participaron en la última elección; es decir, 1.5 millones de personas de los 40 que habitan en California.
Antes hubo varios intentos de revocar a Newsom y parecía que no iban a ningún lugar, incluso considerando la pandemia y las medidas impopulares de confinamiento. Pero imágenes suyas cenando en noviembre en un lujoso restaurante, sin máscara, y con otras personas, generaron ira y facilitaron la recolección de las firmas.
Quienes cuestionan el referendo dicen que el reducido número de firmas exigidas para convocar a un revocatorio facilita mucho el mecanismo. También subrayan que un mandatario podría obtener 49.9% de apoyo en esa votación y ser revocado, en tanto que su reemplazo podría llegar al poder con incluso 15% de los votos.
El partido Demócrata dice que esto es un revocatorio impulsado por su rival, el partido Republicano, en un intento de golpear al gobierno regional, puesto que no podrían llegar al poder en circunstancias tradicionales.
Los Republicanos niegan que se trate de rivalidad política e insisten en que muchos californianos están cansados del manejo que Newsom le ha dado a la pandemia del coronavirus, particularmente impactando económicamente a los pequeños empresarios y a los padres cuyos niños dejaron de ir a las aulas.
Pero si en algo muchos están de acuerdo es que el costo de la votación de este martes, unos 280 millones de dólares, es muy alto.
La historia parece estar del lado de Newsom. Sólo un intento de revocatorio en California tuvo éxito. Fue en 2003, cuando el gobernador Gray Davies fue revocado y reemplazado por la estrella de Hollywood, Arnold Schwarzenegger. El musculoso actor fue el último gobernador Republicano del estado soleado.
Después de un arranque dudoso, Newsom parece encaminarse a evitar el mismo desenlace. El portal de encuestas fivethirtyeight.com le concede 55% de votos a su favor.