OTTAWA. Canadá anunció la suspensión temporaria de su embajada en Venezuela, acusando a Nicolás Maduro de negarse a acreditar a diplomáticos críticos de su gobierno.
Al mismo tiempo, Ottawa está revisando el estatuto de los representantes diplomáticos de Maduro en Canadá.
La ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland, dijo que “el régimen ha tomado medidas para limitar la capacidad de las embajadas extranjeras para funcionar en Venezuela, particularmente aquellas que abogan por la restauración de la democracia”.
En enero, Canadá, con Estados Unidos y las principales potencias latinoamericanas, fue uno de los primeros en reconocer al líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, como presidente interino.
Pronto, los diplomáticos canadienses en Venezuela “ya no estarán en condiciones de obtener una acreditación diplomática bajo el régimen de Maduro, y sus visas expirarán”, dijo Freeland.
En tanto, Guaidó dijo que el gobierno de Maduro llegará a su fin en el 2019, tras asegurar que la oposición seguirá en las calles, días después de las últimas conversaciones en Noruega que finalizaron sin acuerdos.
“Esto no empezó en el 2019, pero sí va a terminar en el 2019. Que sea el régimen quien decida si salen por las buenas o si salen por las malas (...) 20 años fueron suficientes”, dijo Guaidó, citado en un comunicado de la Asamblea Nacional.
INDIGNA MUERTE DE NIÑOS
Erick Altuve, de 11 años, es uno de los cuatro niños muertos en mayo en el hospital público José Manuel de los Ríos, el primer centro pediátrico del país.
La muerte de Altuve, la tarde del domingo 26 de mayo debido a un paro respiratorio tras ser operado en enero de un linfoma en el estómago, ha generado una ola de condena en las redes sociales, entre representantes de grupos de derechos humanos y la oposición como la mas reciente muestra del precario sistema de salud de la empobrecida nación OPEP.
Durante los últimos seis meses, Altuve no recibió sus medicinas debido a la escasez generalizada de medicamentos que ha devastado el sistema de salud de Venezuela, dijo su madre.
Erick y los otros tres niños fallecidos formaban parte de un grupo de 30 niños en el hospital, mejor conocido como JM, que esperaban ir a Italia para recibir un trasplante de médula ósea por un acuerdo del 2010 financiado por el gobierno venezolano que cubría el costo de la transferencia y operación.
Por la falta de pago por parte de Venezuela el acuerdo está paralizado desde el 2018, dijo la abogada Katherine Martínez, directora de la ONG Prepara Familia.
El gobierno de Maduro responsabiliza de las muertes de los niños a Estados Unidos y dice que debido a sanciones impuestas por Washington no puede mover los fondos para costear la compra de medicamentos ni enviarlos a Italia.