CIUDAD DEL VATICANO. No cesa la represión en China contra los obispos católicos fieles al Vaticano. Después del reciente acuerdo entre las autoridades de Pekín y la Iglesia de Roma, muchos esperaban que las persecuciones, el cierre de varias iglesias y la destrucción de cruces en diversas zonas del país, se hubiesen atenuado. Sin embargo, la noticia difundida por la agencia Asianews del arresto de monseñor Shao Zhumin, en la ciudad de Wenzhou, parece demostrar lo contrario.
Zhunim siempre se ha declarado fiel al Vaticano y ya en el pasado había sido objeto de restricciones. Según el director de Asianews, padre Bernando Cervellera, el propósito de las autoridades locales “es convencer al obispo que pertenecer a la Asociación Patriótica, controlada por el Estado chino y que quiere construir una Iglesia independiente de la Santa Sede, “es un bien para él, para la Iglesia y para el mundo”. Y para tratar de obtenerlo recurre al arresto.
Cervellera precisa que los obispos que forman parte de la Asociación Patriótica son “sometidos a continuos controles, con la obligación de pedir permiso para realizar visitas pastorales y para reunirse con huéspedes, y deben participar a seminarios de adoctrinamiento sobre la bondad de la política religiosa de Pekín”.
Tras denunciar que “las persecuciones contra los prelados fieles al Vaticano prosiguen en muchas regiones chinas”, el director de Asianews, que pidió “prudencia” acerca del acuerdo con China relativo al nombramiento de los obispos, afirma que “los católicos subterraneos sospechan que el Vaticano los haya abandonado”.
Asimismo, critica “el silencio de muchos comentaristas, culpables de no denunciar todas estas situaciones que se registran en China”, agregando que lo importante es no perjudicar el comercio local. Esta detención se suma a la realizada el 9 de noviembre a otro obispo chino para supuestos interrogatorios