Con el compromiso de preservar la democracia y los derechos humanos en la región y acuerdos en salud y cambio climático concluyó ayer la Sexta Cumbre Presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se celebró en México.
La reunión en Palacio Nacional dejó en evidencia la división que impera en la región en torno al bloque de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Durante el encuentro, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, protagonizó un enfrentamiento con sus pares de Paraguay y Uruguay, que cuestionaron su legitimidad democrática.
“Le digo al presidente de Paraguay: ¡ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre la democracia en Paraguay, en Venezuela y América Latina!. ¡Ponga usted, presidente Lacalle (de Uruguay), la fecha y el lugar!”, expresó Maduro en su discurso ante la plenaria. de la Celac.
Momentos antes, el mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, advirtió que su gobierno no ha cambiado de postura respecto a Venezuela, con la que rompió relaciones tras reconocer al líder de la oposición, Juan Guaidó, desde 2019.
“Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de mi gobierno y creo es de caballeros decirlo de frente”, sostuvo Benitez.
Por su parte, el presidente uruguayo, Luis Lacalle, afirmó que participar en la cumbre de la Celac no significaba ser “complaciente” con países donde “no hay una democracia plena, se utiliza el aparato represor para acallar las protestas y se encarcelan a opositores”.
Con “voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”, subrayó Lacalle ante sus colegas sobre denuncias de violaciones a derechos humanos en esos países.
En su respuesta, Maduro invitó a las naciones de la región a ser testigos de los comicios municipales que se realizarán el 21 de noviembre próximo, en los que la oposición participará luego de tres años de boicot electoral. “¡Vayan! (...), vean al dictador Maduro cómo convoca a la elección número 29, toda la oposición se ha inscrito. Bienvenidos y que gane quien tenga que ganar”, remarcó.
La discusión concluyó con el retiro del presidente paraguayo de la sesión.
Lacalle también intercambió acusaciones con el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien durante su primera intervención salió en defensa de Maduro y condenó una vez más las sanciones económicas de Estados Unidos contra Venezuela, Nicaragua y la isla.
Al concluir la ronda de participación de todas las naciones asistentes, el líder cubano pidió la palabra para responder a Uruguay. Miguel Díaz-Canel acusó a Lacalle de ser neoliberal y no escuchar a su pueblo.
En respuesta, Lacalle le dijo a Díaz-Canel que por lo menos en Uruguay la oposición se puede manifestar y recurrió a una canción cubana llamada Patria y Vida: “Que no siga corriendo la sangre por querer pensar diferente. ¿Quién le dijo que Cuba es de ustedes, si mi Cuba es de toda mi gente”.
Díaz-Canel respondió que se trata de una canción mentirosa y contra Cuba.
El líder cubano había recibido el apoyo del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien durante su discurso de inauguración, pidió terminar con el letargo en la región y sustituir la política de bloqueos y malos tratos por la opción de caminar juntos “sin vulnerar nuestras soberanías”. López Obrador convocó a los países de Centro y Sudamérica, así como del Caribe, a construir una comunidad económica similar a la que dio origen a la actual Unión Europea y a trabajar en un acuerdo con Estados Unidos y Canadá que fortalezca el mercado interno del continente.
Los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y de Nicaragua, Daniel Ortega, no asistieron a la cumbre, sin embargo, esto no impidió que los dos países manifestaran sus desacuerdos.
Denis Moncada, canciller de Nicaragua, dijo que su país no apoyará la postulación de Argentina para ocupar la presidencia pro tempore de la CELAC en 2022, pues la nación sudamericana se “ha atrevido a interferir” en asuntos internos de su país, en alianza con Estados Unidos.
Juan Carlos Valle Raleigh, subsecretario de Asuntos de América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, respondió tachando a la nicaragüense de mentirosa.
En una conferencia de prensa al finalizar el encuentro, el canciller mexicano Marcelo Ebrard reconoció que “hay diferencias serias e importantes” entre los países de la Celac, pero dijo que esto “no debe asustar a nadie”. “Hace año y medio no nos hablábamos, ahora estamos viendo cómo crear la autosuficiencia en vacunas, es un cambio enorme, fue una cumbre muy exitosa, tuvimos la participación de 31 países. Me parece que estos logros valen la pena y nos llenan de esperanza”, dijo Ebrard.
Ebrard dijo que pese a las diferencias, la cumbre resultó en una declaración conjunta de 44 puntos que incluyen la defensa de la democracia en la región, el compromiso de celebrar elecciones libres y respetar los derechos humanos.
Además, los participantes adoptaron declaraciones especiales sobre la necesidad de poner fin al bloqueo comercial a Cuba y la resolución al conflicto entre Argentina y Gran Bretaña sobre las islas Malvinas.