PARÍS .- El organismo supervisor de campañas electorales enFrancia investigaba el sábado un ciberataque y una filtración dedocumentos dirigida contra el candidato a la presidencia EmmanuelMacron. Su campaña describió el incidente como un intento deinterferir en las tensas elecciones.
El temor a los ataques informáticos y las interferencias decampaña ha sido constante durante la campaña francesa, y elviernes se materializó cuando el equipo de Macron dijo haber sidovíctima de una intrusión “masiva y coordinada”.
Su campaña dijo que agresores no identificados accedieron a losemails personales y profesionales del personal y filtraron eninternet contratos y material financiero de la campaña, mezcladoscon documentos falsos.
Los responsables seguían siendo desconocidos. Aunque el ataquegolpeó una campaña ya agitada, no estaba claro si la filtraciónde documentos podría mermar el apoyo a Macron ante la líderultraderechista Marine Le Pen.
Los franceses abandonaron en primera vuelta a los partidostradicionales de izquierda y derecha y ahora eligen entre lavisión europeísta y liberal de Macron y la Francia proteccionistay con fronteras cerradas esbozada por Le Pen, que ha encontrado ecoentre trabajadores castigados por la globalización. El futuro dela Unión Europea podría depender de los comicios, tambiénconsiderados como una prueba para el populismo global.
Los territorios franceses de ultramar comenzaron a votar elsábado, en medio de una prohibición generalizada a los actos decampaña y la cobertura mediática que se considere pueda influiren la decisión de los votantes. La filtración comenzó justoantes del bloqueo informativo a medianoche, con una puntualidadefectista propia de esta dramática campaña.
Un usuario compartió en 4chan _un sitio web conocido entreotras cosas por bulos crueles y extremismo político_ enlaces a unagran cantidad de datos que según el autor procedían de lacampaña de Macron. La plataforma de Macron se apresuró aconfirmar que había sido hackeado semanas antes y que al menosalgunos de los documentos eran auténticos.
El movimiento político del candidato centrista, En Marcha,describió el ataque como un intento de “sembrar la duda y ladesinformación” y desestabilizar el voto, y afirmó que tomará“todas las medidas” para aclarar lo sucedido. El grupo recordófiltraciones similares de la campaña de Hillary Clinton por lapresidencia de Estados Unidos, señalando que también mezclódocumentos auténticos con otros falsos.
El número dos del Frente Nacional, el partido antiinmigrantesde le Pen, preguntó en un tuit “¿Nos enseñará algo lafiltración de Macron que el periodismo de investigación enterróde forma deliberada?”.
Por su parte, la comisión que supervisa la campaña convocóuna reunión el sábado ser informada de la filtración.
La comisión electoral también pidió el viernes por la nocheal Ministerio del Interior que investigara las acusaciones de lacampaña de Le Pen sobre que se habían saboteado las papeletaspara beneficiar a Macron. La campaña de Le Pen dijo que losadministradores electorales de varias regiones que habían recibidopapeletas de ambos candidatos habían encontrado las de Le Pen“rasgadas de forma sistemática”.
La campaña ha sido inusualmente agria. Los votantes hanarrojado huevos y harina, ha habido choques entre manifestantes ypolicías y los candidatos se insultaron en la televisiónnacional, en un reflejo del desapego generalizado de los votantescon la política.
Le Pen, de 48 años, ha llevado al Frente Nacional, antes unparia por su racismo y antisemitismo, más cerca que nunca de lapresidencia de Francia. Ha aprovechado la creciente frustración dela clase trabajadora ante la globalización y el racismo e inclusosi pierde, probablemente se convertirá en una influyente figura deoposición en la política francesa en la próxima campaña paralas elecciones parlamentarias.
En una entrevista el viernes con The Associated Press, Le Pendijo que gane o pierda, “lo cambiamos todo”. Proclamó una“victoria ideológica” y dijo que todavía podría conseguir untriunfo inesperado el domingo.
Macron, de 39 años, también ayudó a transformar la estructurapolítica francesa con su campaña independiente al margen de lospartidos tradicionales.
Sin embargo, a muchos votantes no les gusta ninguno de los doscandidatos. Temen el pasado racista del Frente Nacional y lespreocupa que Macron pueda derribar lasprotecciones de los trabajadores o parecerse demasiado a su mentor,el saliente y profundamente impopular presidente FrançoisHollande.
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