En vísperas de sus visitas a El Paso y Deyton, donde tuvieron lugar las más recientes masacres en Estados Unidos, el presidente Donald Trump se defendió hoy de los calificativos de racista y cuestionó la posición de su antecesor Barack Obama al respecto.
En un tuit el jefe de la Casa Blanca recordó que su antecesor demócrata tuvo 32 tiroteos masivos y nadie le dijo que estaba fuera de control, y añadió que esos hechos ocurren desde antes de que el republicano fuera presidente.
También recordó que la elección presidencial está a la vuelta de la esquina y ellos (sus opositores) quieren mantener la narrativa racista acerca de él. "Pero yo soy la persona menos racista. ¡El desempleo entre negros, hispanos y asiáticos es el más bajo en la historia" del país, acotó.
El expresidente Barack Obama señaló en un texto en su cuenta de Twitter que ninguna otra nación de la Tierra se acerca a la frecuencia de los tiroteos masivos que vive Estados Unidos, ni ninguna otra nación desarrollada tolera los niveles de violencia armada estadunidenses.
Luego de reconocer que controles más severos sobre las armas no detendrán los asesinatos, añade que la evidencia muestra que al menos evitarán algunos asesinatos.
Subraya la peligrosa tendencia de que existan individuos con problemas que abrazan ideologías racistas y se ven a sí mismos con la obligación de actuar de manera violenta para preservar la supremacía blanca.
"Como los seguidores del Estado Islámico y otras organizaciones terroristas internacionales, pueden actuar solos, pero han sido radicalizados por los sitios de internet nacionalistas blancos que proliferan en la red".
Y lo más importante, debemos mandar un claro mensaje de que los valores de tolerancia y diversidad deben ser el sello distintivo de nuestra democracia, y rechazar que nuestros líderes alimenten el clima de temor y odio o la normalización de los sentimientos racistas, agrega Obama.
Condena el lenguaje de los líderes que sugieren que otras personas, incluyendo a los migrantes, amenazan el modo de vida estadunidense o que los estadunidenses pertenecen a un específico tipo de gente. Ese lenguaje, agrega, está en la raíz de la esclavitud.
La mañana de este miércoles el presidente Trump llegará a Dayton, Ohio, donde murieron nueve personas asesinadas la madrugada del domingo, señaló la Casa Blanca sin dar detalles adicionales.
Luego se dirigirá a El Paso Texas, donde figuras del Partido Demócrata han señalado que no es bienvenido debido a su discurso antiinmigrante, recordó UsaToday.
Veronica Escobar, representante demócrta por la zona de El Paso, al igual que el aspirante a la candidatura presidencial por el mismo partido, Beto O'Rourke, han señalado que Trump no es bienvenido por su retórica contraria a los latinos y los inmigrantes.
En la masacre de El Paso han muerto 22 personas, 10 mujeres y 12 hombres. Del total 13 son estadunidenses, siete mexicanos, un alemán y uno sin determinar, de acuerdo a las cifras del departamento de policía de la ciudad fronteriza.