Ante el inicio de lluvias en los próximos días, personal especializado en trabajos de altura colocaron lonas de protección a lo largo de a catedral para protegerla.
El servicio de prensa de la catedral confirmó este martes el inicio de los trabajos para ese despliegue, quienes serán ilustrados con imágenes del material elevado por una grúa desde el exterior.
"La mayor prioridad es proteger la catedral de la lluvia que va a llegar", explicó el arquitecto jefe de Notre Dame, Philippe Villeneuve, que en una entrevista al canal "BFMTV" subrayó su voluntad de "acelerar el movimiento" ante las previsiones que anuncian precipitaciones en los próximos días.
De acuerdo con los servicios meteorológicos, esta misma noche podrían producirse las primeras lloviznas, a las que debería sumarse sobre todo el jueves una lluvia más persistente y viento.
Se trata de evitar que sufran todavía más las bóvedas, que han quedado al descubierto desde el incendio de la cubierta el lunes de la semana pasada, tras haberse empapado del agua que lanzaron los bomberos durante las labores de extinción.
La colocación de esas lonas provisionales debe estar finalizada esta semana, según Charlotte Hubert, arquitecta jefe de los Monumentos Históricos y portavoz del equipo de reconstrucción de la catedral.
En declaraciones a la emisora "France Bleu", Hubert insistió en que esto conformará una estructura temporal hasta que se instale una especie de "paraguas" que proteja el edificio pero también a los operarios que trabajarán en la reconstrucción.
Por otro lado, instalarán sensores que se activarán cuando se detecten movimientos del edificio.
Villeneuve precisó que también se han recubierto con redes dos frontispicios para evitar que se produzcan desprendimientos y daños, en particular en los rosetones que hay debajo.
El pasado sábado, el ministro francés de Cultura, Franck Riester, había afirmado que Notre Dame estaba "casi salvada" una vez que se estabilizaron los elementos más sensibles tras el incendio, que eran el frontispicio norte, el occidental -ubicado entre las dos torres de la fachada- y la torre sur.
Riester añadió que quedaban varios puntos sensibles en la bóveda y que se estaba trabajando para retirar los escombros que habían quedado encima, antes de proceder a cubrirla con lonas.