ESTOCOLMO. Las explosiones que afectaron en septiembre a los gasoductos Nord Stream 1 y 2 en el mar Báltico, construidos para transportar el gas ruso a Europa, fueron un sabotaje, anunció el fiscal encargado de la investigación preliminar realizada en Suecia.
"Los análisis que se han realizado muestran restos de explosivos en varios de los objetos extraños encontrados", dijo el fiscal Mats Ljungqvist, encargado de la investigación preliminar abierta tras el hallazgo a finales de septiembre de cuatro enormes fugas de gas en los ductos que unen Rusia con Alemania. Rusia y los países occidentales, especialmente Estados Unidos, se culpan mutuamente de las explosiones.
"La continuación de la investigación preliminar va a mostrar si alguien puede ser procesado", agregó la fiscalía. Dos de las averías se registraron en la zona económica de Suecia y dos en la de Dinamarca. Las inspecciones preliminares submarinas reforzaron las sospechas de un sabotaje, ya que los escapes fueron precedidos por explosiones, según el reporte de los investigadores.
Ambos gasoductos están en medio de las tensiones geopolíticas desde el inicio de la guerra en Ucrania, atizadas por la decisión de Moscú de interrumpir el suministro de gas hacia Europa en represalia a las sanciones occidentales.
DEVASTACIÓN ELÉCTRICA
Las autoridades de la ciudad de Kiev advirtieron que era posible un "apagón total" de la red eléctrica de la capital, y el primer ministro ucraniano dijo que casi la mitad del sistema energético del país había quedado inutilizado por los ataques rusos.
Rusia intensificó ataques contra las instalaciones energéticas ucranianas en las últimas semanas, y golpeó las infraestructuras eléctricas de todo el país con fuertes ataques aéreos desde el martes.
"Desgraciadamente, Rusia sigue atacando con misiles las infraestructuras civiles y críticas de Ucrania ", dijo el primer ministro Denys Shmyhal tras sus conversaciones con el comisario europeo de Comercio. "Casi la mitad de nuestro sistema energético está inutilizado".
Kiev es una de las ciudades más afectadas por los ataques con misiles y drones, que en ocasiones han dejado sin electricidad, calefacción y agua a muchas zonas a medida que se acerca el invierno.
Por su parte Rusia, comenzó a fortificar la vecina península de Crimea, anexionada por el Kremlin en 2014, ante el temor de un avance mayor de las fuerzas de Kiev en el frente sur, quienes han liberado un tercio de la región norteña de Jersón.
La artillería ucraniana dispara a diario al margen izquierdo del río Dniéper, a donde el Ejército ruso se retiró tras perder todo el territorio en la ribera derecha, incluida la capital regional de Jersón, a fin de dañar las posiciones rusas.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
La posibilidad de que el Ejercito ucraniano fuerce el Dniéper y recupere la totalidad de la región de Jersón es un motivo de gran preocupación para el mando militar ruso, ya que tendría el camino despejado para intentar irrumpir en Crimea.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa ruso acusó a militares ucranianos de la ejecución de al menos una decena de prisioneros de guerra captada en unas imágenes que ha denunciado como un "asesinato metódico e intencionado".