ATENAS. La tensión en las fronteras entre Grecia y Turquía continuó por tercer día consecutivo, y las patrullas del Ejército griego impidieron la entrada de miles de migrantes y refugiados por tierra, a la vez que han aumentado las llegadas por mar.
El portavoz del Gobierno griego, Stelios Petsas, aseguró después de una reunión del gabinete de crisis que esta presión en las fronteras está "dirigida e incentivada por Turquía".
"Estas acciones violan las obligaciones derivadas de la declaración conjunta entre la Unión Europea y Turquía. En lugar de restringir las redes de tráfico de refugiados y migrantes, Turquía se convirtió en traficante", afirmó Petsas.
Anunció que aquellos que entren a Grecia durante el próximo mes no tendrán derecho a solicitar asilo y que todos los que ingresen ilegalmente serán devueltos a la mayor brevedad a su país de origen.
Con ayuda de drones equipados con cámaras térmicas y perros militares, la policía fronteriza griega pudo evitar la entrada al país a unas cinco mil 500 personas que lo intentaron a través de la frontera junto al río Evros. Durante la noche del sábado lo habían intentado casi 10 mil
La tensión llevó a migrantes atrapados en tierra de nadie - a los que la policía fronteriza turca había dejado pasar - a lanzar piedras, madera y otros objetos a las patrullas griegas, que respondieron con cañones de agua, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. Según Grecia, las fuerzas turcas lanzaron gases contra los policías fronterizos helenos.
La Agencia Europea de Fronteras y Costas anunciaron el reforzamiento de su personal y equipamiento en Grecia.
Por su parte, elGobierno griego envió mensajes disuasorios a todos los números de teléfono extranjeros que se movían en esa linde advirtiendo de que la apertura de las fronteras eran "noticias falsas".
"Grecia está aumentando las medidas para salvaguardar sus fronteras al máximo nivel. No intente cruzar ilegalmente la frontera griega", indicaba el SMS lanzado a los cuatro vientos.
El ministerio de Exteriores griego acusó a Turquía de llevar a cabo una "campaña de desinformación" sobre la situación en las fronteras a raíz de que el ministro turco del Interior, Süleyman Soylu, dijera que más de 76 mil personas habían salido de Turquía y entrando a Grecia.
"Nadie puede cruzar las fronteras griegas. Se impide eficazmente la entrada de todos aquellos que lo intentan ilegalmente. Las cifras citadas por las autoridades turcas son completamente falsas y engañosas", publicó el ministerio en Twitter.
Aunque los cálculos en este caso son complicados por los cambios constantes en la frontera, las cifras publicadas por Ankara contrastan bastante con las 30 mil personas que calcula la asociación turca UMHD de ayuda a los refugiados.