Las recientes manifestaciones por el asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minnesota, Estados Unidos, puso en relieve la persistencia de los choques raciales en aquel país, sin embargo, este problema aún no se encuentra entre las prioridades del pueblo estadounidense. Según una encuesta del Think Tank Pew Research con datos al cierre de 2019, sólo el 42 por ciento de la población cree que el racismo es "un gran problema" en los EU. Éste es superado entre las preocupaciones de los estadounidenses por la asequibilidad de los servicios de salud, la adicción a las drogas y el costo de la educación universitaria, con grandes diferencias de pensamiento entre republicanos y demócratas.
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