Decepciona cumbre de pedofilia a víctimas

En la clausura del encuentro, Francisco lanza ocho puntos; "son sólo palabras y ninguna medida concreta", reprochan organizaciones

Jorge Sandoval / Corresponsal

  · lunes 25 de febrero de 2019

Francisco cerró la conferencia sobre el abuso sexual de menores por parte del clero pidiendo una "batalla total" a ese delito / Foto: Reuters

CIUDAD DEL VATICANO. “¡No más encubrimientos de este abominable y monstruoso delito!” El grito de dolor del papa Francisco resonó en la sala “Reggia” del Vaticano, al dirigir a la Iglesia en general y al mundo entero su discurso conclusivo de la cumbre en el Vaticano sobre la pedofilia en el clero. “Un delito aún más grave porque es cometido por miembros de la Iglesia, detrás del cual esta satanás”, afirmó el pontífice argentino, prometiendo que de ahora en adelante “cada caso de abuso será afrontado con la máxima seriedad”.

Sin embargo, las asociaciones de las victimas quedaron desilusionadas porque se esperaban, más allá de las reiteradas condenas y “mea culpa”, que Bergoglio anunciase ya desde ahora medidas concretas e inmediatas, por ejemplo la abolición del secreto pontificio, ya solicitado por algunos cardenales.

Francisco confirmó lo ya dicho anteriormente y repetido durante el encuentro de estos días, es decir que la Iglesia adoptara nuevos y más severos criterios para la admisión en los seminarios de los candidatos al sacerdocio, y prometió que no habrá más encubrimientos ni ocultamientos de los abusos cometidos por miembros del clero. E incluso que hará todo lo necesario para entregar a la justicia civil a los autores de tales delitos.

El Papa se refirió a la plaga de los abusos con un enfoque también sociológico, evidenciando que el fenómeno es tan extenso que involucra a todos: la política, las organizaciones internacionales, las familias, las instituciones deportivas y escolásticas y los operadores del turismo (para acabar con el turismo sexual). Por lo tanto, Francisco lanzó un llamado “a todos, para combatir juntos la batalla” contra los abusos a danos de menores.

No obstante, asociaciones de víctimas manifestaron su desilusión. Frente a la plaza de San Pedro, el vocero Peter Isely y algunos miembros de la asociación de víctimas “Ending of Clerg Abuse”, sintetizaron su estado de ánimo con las palabras “rabia” y “gran desilusión”. “En el discurso del Papa -dijo Isely- no hay nada, sólo palabras y ninguna medida concreta. Francisco dijo incluso que la Iglesia se está interrogando sobre lo que hay que hacer. ¡Son veinte años que se interrogan!”.

Foto: Reuters

En este contexto, una primera respuesta a quien espera que finalmente se pase de las palabras a los hechos, será una nueva ley que proclamará Francisco “sobre la protección de los menores y de las personas vulnerables”, además de la creación de comisiones que ayudaran a las conferencias episcopales en dificultad en tema de abusos, y un manual que servirá a los obispos del mundo para comprender claramente cuáles son sus deberes y su tarea.

Para el padre Federico Lombardi, exvocero de la Santa Sede y moderador de la cumbre en el Vaticano, el evento apenas concluido “es sólo el inicio de un camino que será decisivo para combatir a fondo el fenómeno de los abusos”.

Pese a que no había un documento final previsto, el Papa enumeró ayer los puntos esenciales de su lucha contra la pederastia: seriedad impecable, verdadera purificación, formación, reforzar directrices de las conferencias episcopales, acompañar a las personas abusadas, atención al mundo digital y combatir el turismo sexual.

Durante la conferencia la mayoría de obispos que intervinieron reconocieron que es necesario establecer un código de conducta obligatorio que incluya informar a la justicia de cada país.

También pidieron elevar el nivel de formación, capacitación y selección de los seminaristas, así como el acceso a personal especializado, inclusive laico, como psicólogos y asistentes sociales, para detectar los abusos.

La cumbre antipederastia, la primera sobre ese tema que se celebra en la historia de la Iglesia, estuvo marcada por las historias de horror y dolor narradas cada día por algunas víctimas de abusos ante los líderes católicos, reunidos en la Sala del Sínodo del Vaticano.

Relatos dramáticos que sacudieron las conciencias de los obispos, pero que algunas víctimas, como el italiano Francesco Zanardi, tildaron de "mera estrategia mediática".

Para evitar que sean destruidos archivos sobre los autores de abusos sexuales, algo denunciado en la cumbre, será aprobado un "vademecum" con los criterios que todo obispo tiene que aplicar.

Se trata del mayor reto que ha tenido que encarar Francisco, cuyos seis años de pontificado han estado marcados por los escándalos en Estados Unidos, Australia y, sobre todo, Chile, donde su visita se vio ensombrecida por esta cuestión.

"Tenemos que reconocer que el enemigo está dentro" de la Iglesia, confesó el cardenal colombiano Rubén Salazar, presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) en una de las intervenciones más fuertes y claras.