/ viernes 1 de noviembre de 2024

Derechos LGBTQ+: ¿Cuál es la postura de Harris y Trump?

Los derechos de la comunidad serán un factor importante en la elección de la mayoría de los estadounidenses para presidente en noviembre, cuando elijan entre el republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris

Un sondeo de marzo de 2024 de la casa independiente PRRI encontró que el 68 por ciento de los votantes tomarán en cuenta los derechos LGBTQ en las urnas, y que un 30 por ciento dijo que votaría sólo por un candidato que comparta sus puntos de vista sobre el tema.

No es coincidencia entonces que las cuestiones de los derechos LGBTQ+ ocupen un lugar destacado en las plataformas de los partidos.

Las promesas electorales del Partido Republicano incluyen recortar la financiación federal existente para la atención de afirmación de género y restringir la participación de los estudiantes transgénero en los deportes.

La indicación más clara de cómo actuará un político no es lo que promete en campaña, sino lo que ha hecho en el pasado

Mientras tanto, la plataforma del Partido Demócrata propone prohibir la discriminación contra las personas LGBTQ+, incluida la aprobación de la Ley de Igualdad, que prohibiría la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género en la vivienda, la atención médica y los lugares públicos.

Como experto en derecho que ha escrito extensamente sobre la historia de los derechos LGBTQ, he visto que la indicación más clara de cómo actuará un político una vez en el cargo no es lo que promete en la campaña electoral, sino lo que ha hecho en el pasado.

Los antecedentes de cada uno

Trump y su compañero de fórmula, el senador estadounidense JD Vance de Ohio, son relativamente nuevos en la política, por lo que sus antecedentes en cuestiones de derechos LGBTQ+ son escasos.

Trump promulgó dos políticas que restringían los derechos LGBTQ+ al principio de su único mandato en el cargo. La primera fue su orden ejecutiva de 2017 Promoviendo la libertad de expresión y la libertad religiosa, que reforzó que la ley federal debe respetar las objeciones basadas en la conciencia para cumplir con la Primera Enmienda. Esta orden puso en peligro indirectamente los derechos LGBTQ porque muchas batallas por los derechos de la comunidad se libran sobre si las empresas cristianas conservadoras entran en conflicto con las leyes contra la discriminación cuando se niegan a atender a parejas del mismo sexo.

Unos meses después, Trump prohibió a las personas transgénero servir en las fuerzas armadas de Estados Unidos, además de que revocó la directiva e implementó en su lugar una nueva política que permitía a los soldados transgénero existentes permanecer en el ejército, pero prohibía que se alistaran nuevos reclutas transgénero.

Vance, senador por un solo mandato, ha acumulado un historial de intentos de hacer retroceder los derechos de los estadounidenses transgénero durante su breve mandato en el cargo público.

68 por ciento de los votantes tomarán en cuenta los derechos LGBTQ+ a la hora de votar

Kamala Harris y su elección a la vicepresidencia, el gobernador de Minnesota Tim Walz, han hecho de los derechos LGBTQ+ una prioridad legislativa a lo largo de sus largas carreras políticas.

Harris asumió inicialmente un cargo público en 2003 como fiscal de distrito de San Francisco. En ese rol, estableció una unidad de crímenes de odio que perseguía la violencia contra los jóvenes LGBTQ+ en las escuelas. También capacitó a fiscales de todo el país para contrarrestar las defensas del “pánico gay” y el “pánico trans” en los tribunales, que es cuando los abogados intentan justificar la violencia como una reacción basada en el miedo a la orientación sexual o identidad de género de la víctima.

Harris fue elegida fiscal general de California en 2011 y se negó a defender la prohibición del estado sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo cuando los oponentes cuestionaron la constitucionalidad de la ley ante la Corte Suprema de los Estados Unidos. También se unió a los escritos de amici curiae en apoyo del acceso a los baños para personas transgénero después de que Carolina del Norte prohibiera a las personas transgénero usar baños que no coincidieran con el género que figuraba en su identificación.

Harris, sin embargo, no defendió inequívocamente los derechos LGBTQ+, pues en 2015 se opuso a la solicitud de dos prisioneros de una cirugía urgente de confirmación de género. Desde entonces ha pedido una “mejor comprensión” de las necesidades de salud de las personas transgénero.

Los republicanos buscan recortar el financiamiento a la atención de afirmación de género, mientras que los demócratas proponen prohibir la discriminación contra las personas de la comunidad

Sin embargo, como senadora patrocinó varios proyectos de ley que proponían abordar mejor las distintas cuestiones LGBTQ+.

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Cuando los ciudadanos se dirijan a las urnas en noviembre, pueden estar seguros de que, al menos en este tema, los candidatos saben lo que dicen.

* La autora es Profesora de Derecho de la Wake Forest University. Traducción de El Sol de México.

Un sondeo de marzo de 2024 de la casa independiente PRRI encontró que el 68 por ciento de los votantes tomarán en cuenta los derechos LGBTQ en las urnas, y que un 30 por ciento dijo que votaría sólo por un candidato que comparta sus puntos de vista sobre el tema.

No es coincidencia entonces que las cuestiones de los derechos LGBTQ+ ocupen un lugar destacado en las plataformas de los partidos.

Las promesas electorales del Partido Republicano incluyen recortar la financiación federal existente para la atención de afirmación de género y restringir la participación de los estudiantes transgénero en los deportes.

La indicación más clara de cómo actuará un político no es lo que promete en campaña, sino lo que ha hecho en el pasado

Mientras tanto, la plataforma del Partido Demócrata propone prohibir la discriminación contra las personas LGBTQ+, incluida la aprobación de la Ley de Igualdad, que prohibiría la discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género en la vivienda, la atención médica y los lugares públicos.

Como experto en derecho que ha escrito extensamente sobre la historia de los derechos LGBTQ, he visto que la indicación más clara de cómo actuará un político una vez en el cargo no es lo que promete en la campaña electoral, sino lo que ha hecho en el pasado.

Los antecedentes de cada uno

Trump y su compañero de fórmula, el senador estadounidense JD Vance de Ohio, son relativamente nuevos en la política, por lo que sus antecedentes en cuestiones de derechos LGBTQ+ son escasos.

Trump promulgó dos políticas que restringían los derechos LGBTQ+ al principio de su único mandato en el cargo. La primera fue su orden ejecutiva de 2017 Promoviendo la libertad de expresión y la libertad religiosa, que reforzó que la ley federal debe respetar las objeciones basadas en la conciencia para cumplir con la Primera Enmienda. Esta orden puso en peligro indirectamente los derechos LGBTQ porque muchas batallas por los derechos de la comunidad se libran sobre si las empresas cristianas conservadoras entran en conflicto con las leyes contra la discriminación cuando se niegan a atender a parejas del mismo sexo.

Unos meses después, Trump prohibió a las personas transgénero servir en las fuerzas armadas de Estados Unidos, además de que revocó la directiva e implementó en su lugar una nueva política que permitía a los soldados transgénero existentes permanecer en el ejército, pero prohibía que se alistaran nuevos reclutas transgénero.

Vance, senador por un solo mandato, ha acumulado un historial de intentos de hacer retroceder los derechos de los estadounidenses transgénero durante su breve mandato en el cargo público.

68 por ciento de los votantes tomarán en cuenta los derechos LGBTQ+ a la hora de votar

Kamala Harris y su elección a la vicepresidencia, el gobernador de Minnesota Tim Walz, han hecho de los derechos LGBTQ+ una prioridad legislativa a lo largo de sus largas carreras políticas.

Harris asumió inicialmente un cargo público en 2003 como fiscal de distrito de San Francisco. En ese rol, estableció una unidad de crímenes de odio que perseguía la violencia contra los jóvenes LGBTQ+ en las escuelas. También capacitó a fiscales de todo el país para contrarrestar las defensas del “pánico gay” y el “pánico trans” en los tribunales, que es cuando los abogados intentan justificar la violencia como una reacción basada en el miedo a la orientación sexual o identidad de género de la víctima.

Harris fue elegida fiscal general de California en 2011 y se negó a defender la prohibición del estado sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo cuando los oponentes cuestionaron la constitucionalidad de la ley ante la Corte Suprema de los Estados Unidos. También se unió a los escritos de amici curiae en apoyo del acceso a los baños para personas transgénero después de que Carolina del Norte prohibiera a las personas transgénero usar baños que no coincidieran con el género que figuraba en su identificación.

Harris, sin embargo, no defendió inequívocamente los derechos LGBTQ+, pues en 2015 se opuso a la solicitud de dos prisioneros de una cirugía urgente de confirmación de género. Desde entonces ha pedido una “mejor comprensión” de las necesidades de salud de las personas transgénero.

Los republicanos buscan recortar el financiamiento a la atención de afirmación de género, mientras que los demócratas proponen prohibir la discriminación contra las personas de la comunidad

Sin embargo, como senadora patrocinó varios proyectos de ley que proponían abordar mejor las distintas cuestiones LGBTQ+.

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Cuando los ciudadanos se dirijan a las urnas en noviembre, pueden estar seguros de que, al menos en este tema, los candidatos saben lo que dicen.

* La autora es Profesora de Derecho de la Wake Forest University. Traducción de El Sol de México.

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