PARÍS, Francia. Seis personas vinculadas a la ultraderecha fueron detenidas en diferentes regiones de Francia acusadas de proyectar “acciones violentas” contra Emmanuel Macron.
Los arrestos, favorecidos por una serie de escuchas telefónicas, fueron practicados por agentes de los servicios antiterroristas de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) en operativos simultáneos que se realizaron en los departamentos de Isère (sudeste de Francia), Ille y Vilaine (oeste) y Mosela (noreste).
Los sospechosos, cinco hombres y una mujer de entre 22 y 62 años, fueron puestos en detención preventiva en el marco de una investigación preliminar por “asociación ilícita, terrorista y criminal”.
Los servicios anti-terroristas procuran aclarar el objetivo de ese proyecto, por ahora impreciso y mal definido, de “acción violenta contra el presidente de la República”, según una fuente judicial.
La información fue confirmada poco después por el ministro del Interior, Christopher Castaner. Un día antes, precisamente, en el momento de poner en funciones al nuevo director de la DGSI, Nicolas Lerner, Castaner había comentado que estaba “muy atento” a las amenazas procedentes de “movimientos extremistas de derecha como de izquierda, que son muy activos en nuestro territorio”.
El jefe del grupo conspirativo sería el hombre de 62 años, que en conversación con algunos amigos había confesado su intención de “atacar físicamente” a Macron en uno de los memoriales que visita esta semana con motivo del centenario del final de la Primera Guerra Mundial.
El sospechoso había comprado un cuchillo en cerámica que, según decía, debía pasar a través de los detectores de metales sin llamar la atención de la policía. El hombre pertenecía un grupúsculo de extrema derecha conocido como Fuerzas Francesas Ultraviolentas (FFU), pero esa información no pudo ser confirmada.
Los servicios antiterroristas consideran que los movimientos de extrema representan la “amenaza más inquietante” ahora en Francia. Sus temores resultaron parcialmente confirmados en junio con la detención de 10 personas vinculadas a esas facciones que residían en la región de Vienne, Charente Marítimo y Córcega.