Los ciberataques y el robo de datos o fraudes electrónicos fueron desplazados del top cinco de amenazas globales por los desastres causados por la mano humana y la pérdida de especies, de acuerdo con un estudio del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
Los incendios vistos en el último año en el Amazonas y Australia, así como en un zoológico de Alemania, que provocaron la pérdida de especies y que fueron provocados presuntamente por personas, alertaron a los líderes del planeta.
Según el Informe de Riesgos Globales 2020 del WEF, en un año los ciberataques descendieron de la quinta a la séptima posición en la lista de probabilidad de suceder, mientras que el robo y fraude de datos pasaron del cuarto al sexto sitio.
“Estos cambios son resultado de la notoriedad que han adquirido los riesgos ambientales como el cambio climático, pérdida de biodiversidad, desastres naturales o desastres causado por el hombre”, destacó en un análisis Miguel Ángel Mendoza, investigador en Seguridad de ESET Latinoamérica.
El informe advierte que los daños causados por desastres naturales en 2018 totalizaron un costo de 165 mil millones de dólares, de los cuales sólo la mitad estaba asegurada.
En tanto, la reaseguradora Swiss Re calculó hace un par de años que las pérdidas aseguradas de desastres causados por los seres humanos sumaban entre ocho mil y 10 mil millones de dólares anuales.
El costo es menor al de los ciberataques. Diversos estudios refieren que para el próximo año, los daños a la economía global provocados por delitos cibernéticos podrían alcanzar seis billones de dólares, lo que sería equivalente al PIB de la tercera economía más grande del mundo.
Si bien el daño económico por los delitos cibernéticos y fraudes es mucho mayor que el que provocan los daños ambientales, el WEF destaca que hay más probabilidad que los segundos ocurran, por ello los ubican dentro del top cinco.
“Las preocupaciones ambientales dominan los principales riesgos a largo plazo por la probabilidad (…) La tasa actual de extinción es de diez a cientos de veces mayor que el promedio de los últimos 10 millones de años, y se está acelerando”, aseveró el documento.
Asimismo, el WEF destaca que además de impactos económicos negativos, los desastres naturales suman una emergencia planetaria que incluirá pérdida de vidas, tensiones sociales y geopolíticas.
Mendoza destacó que los riesgos globales no pueden ser comparables estrictamente a lo largo de los años, ya que continuamente emergen nuevos peligros y sus definiciones también cambian.
En ese sentido, destacó que los ciberataques comienzan a ser críticos para diversas industrias como la energética, la de la salud y el transporte, lo que afecta a ciudades enteras y la vida de las personas.
“Junto con los riesgos asociados a las nuevas tecnologías, el informe también destaca algunos aspectos del estado actual de la ciberseguridad, donde los ataques cibernéticos adoptan múltiples formas y se extienden al ambiente físico”, subrayó.
El reporte del WEF destacó que más de la mitad de la población mundial está conectada y que aproximadamente un millón de personas nuevas entran a internet cada día