El niño británico Archie Battersbee, murió este sábado en el hospital Royal London, después de que se le retirasen los mecanismos de respiración asistida, comunicó la madre, Hollie Dance.
El adolescente tenía muerte cerebral desde el pasado mes de abril y fue centro de una batalla judicial de la familia para mantenerlo con vida.
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La madre de Archie dijo que su hijo luchó hasta el final, "soy la madre más orgullosa del mundo. Fue un niño precioso. Luchó hasta el final y estoy tan orgullosa de ser su madre", señaló.
El jovencito fue hallado inconsciente el 7 de abril en su casa de Southend, en el condado de Essex, tenía una cuerda atada alrededor de su cabeza y se estima que pudo haber sufrido un accidente cuando participaba en algún reto viral a través de redes sociales denominado "blackout challenge".
En los últimos meses, la familia buscó la vía judicial para impedir que el hospital retirase, como quería la unidad sanitaria, los aparatos de respiración asistida al considerar que no tenía posibilidad alguna de recuperación.
Después de varios recursos en los tribunales británicos y de la intervención del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que dieron la razón al hospital, la familia intentó también sin éxito en los últimos días permitir que Archie fuera llevado del hospital a un hospicio para que pudiera morir en este lugar, alejado del ruido del Royal London.
El último esfuerzo en ese sentido quedó agotado anoche después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos indicase que el caso del traslado a un hospicio estaba "fuera" de su competencia.
El hospital argumentó que llevar a Archie a un hospicio era arriesgado porque un leve movimiento del cuerpo podía agravar aún más su estado.
Un portavoz del grupo Christian Concern, que apoya a la familia de Archie, reconoció que "todas las rutas legales" habían sido agotadas y que los familiares estaban "destrozados".
Durante los procesos judiciales, los jueces británicos reiteraron que continuar ofreciendo apoyo vital al niño era "contrario a sus mejores intereses".
La jueza Lucy Theis, de la división familia del Tribunal Superior de Londres, destacó, al denegar el traslado al hospicio, el "amor incondicional y la dedicación" de la familia y resaltó que esperaba que el niño tuviera la oportunidad de morir en paz.
El Reino Unido ha registrado dos casos judiciales parecidos al de Archie Battersbee.
En abril de 2018, un niño de 23 meses con una rara enfermedad neurodegenerativa llamado Alfie Evans murió también tras una larga batalla judicial iniciada por sus padres para que no se interrumpiera sus tratamientos. Los padres recibieron incluso el apoyo del papa Francisco.
En 2017, otro caso, el de Charlie Gard, que sufría una rara enfermedad genética, murió después de que se interrumpiera su ventilación artificial pese a la multiplicación de recursos de sus padres.
El sábado por la mañana, algunos transeúntes colocaron flores y velas a los pies de una estatua frente al hospital.
¿Qué es el "blackout challenge"?
Muchas personas han realizado el "blackout challenge" para conseguir visualizaciones y "me gusta", el cual consiste en grabarse mientras se aguanta la respiración hasta desmayarse, sin tomar en cuenta las repercusiones que se puede tener ante una inadecuada oxigenación al cerebro.
En enero de 2021, una niña de 10 años murió asfixiada después de haber llevado a cabo dicho reto en la red social Tik Tok, el caso llevó a la fiscalía de Palermo a abrir una investigación por "incitación al suicidio".
Existen otros retos que han puesto en peligro la integridad de los jóvenes que navegan en redes sociales, entre ellos se encuentra uno parecido al "blackout challenge", llamado Knockout Challenge que se viralizó desde 2020 y consiste en una persona se recarga en la pared, mientras que otra le oprime el pecho hasta que deja de recibir oxígeno y se desmaya.