CIUDAD DEL VATICANO. La lista se alarga y parece no tener fin. Esta vez es el arzobispo de Agana, en la isla de Guam, Anthony Sablan Apuron, quien ha sido condenado por la justicia eclesiástica por haber abusado de tres monaguillos en la década de los años 70.
El Vaticano, a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe, lo expulsó definitivamente del cargo de arzobispo, después de que el pasado 7 de febrero el Tribunal apostólico rechazó su recurso, confirmando la condena en primer grado de hace un año.
La sentencia contra el prelado, que hoy tiene 73 años y que siempre ha rechazado las acusaciones, además de la expulsión de su cargo, prevé que ya no podrá vivir en la arquidiócesis y no podrá usar las insignias, ni la vestimenta, de los obispos.
En su comunicado, el Vaticano precisa que “esta decisión representa la conclusión definitiva del caso, por lo cual no será posible una ulterior apelación”. De esta manera, la justicia vaticana hizo su curso, pero al igual que en otros casos semejantes, el culpable no fue reducido al estado laical, ni entregado a las autoridades.
DESMIENTEN INICIATIVA ANTIGAY
El vocero interino de la Santa Sede intervino para “desmentir absolutamente” los rumores periodísticos recientes, según los cuales Francisco habría pronunciado un “discurso histórico” sobre el tema de la homosexualidad. La “noticia” la había publicado el activista LGTB (Lesbiana, Gay, Transexual y Bisexual), Frederic Martel, precisando que el “discurso” de Bergoglio habría sido contra “la criminalización de las uniones civiles entre homosexuales”.
Contrariamente a lo que muchos esperaban, en su reciente exhortación a los jóvenes, Bergoglio no hizo alusiones directas sobre la homosexualidad.