EL CAIRO.- Los colegios electorales de Egipto sellan hoy sus urnas para dar por finalizadas unas elecciones de tres días en las que el actual presidente, Abdeltafah Al Sisi, parte como favorito y en las que la participación continúa siendo la gran incógnita.
Entre los callejones históricos del barrio de Gamaliya, donde nació Al Sisi hace 63 años, los carteles del mariscal copan muchos de los humildes comercios, cuyos propietarios achican de agua las entradas de sus tiendas por la inusual tormenta que sorprendió anoche a los cairotas.
En un rincón escondido del centro del distrito islámico, una música popular pretende animar a los egipcios a que se dirijan a sus centros electorales, que cuentan con fuertes medidas de seguridad.
Los ritmos populares en busca de los últimos votantes coinciden con un anuncio realizado hoy por la comisión electoral egipcia, que confirmó que castigará con una multa de 500 libras egipcias (28 dólares) a todo aquel que no acuda a las urnas pese a estar registrado en las listas, y consideró la abstención como un "delito" electoral.
El presidente de la mesa del centro electoral secundario número 4 de Gamaliya, Jaled Mustafa Abás, aseguró a Efe que la participación está funcionando, pese a que desde el lunes, cuando abrieron las urnas, solo han votado en ese colegio 686 egipcios de los 2.935 registrados, lo que supone un 23.3 % de participación, según datos recogidos hasta las 13:00 hora local.
Explicó que su papel es el de "entregar los votos que se han depositado aquí al centro general", y a partir de las 21:00 hora local, cuando cierren las urnas tras tres jornadas electorales, contará y anunciará los resultados de su centro.
Hasta el momento, la Autoridad Nacional Electoral egipcia no ha ofrecido ningún porcentaje de participación, por lo que la única preocupación del Gobierno continúa siendo un misterio hasta ahora.
En un lapso de una hora, apenas diez personas atraviesan el patio del colegio de Gamaliya para ejercer su derecho al voto.
Una de ellas es Reda Eleua, una funcionaria egipcia que explica a Efe que no ha podido acudir antes a su centro electoral porque hasta hoy no ha tenido media jornada laboral.
"Obviamente, no hace falta ni decirlo, (he votado a) Al Sisi", dijo de manera rotunda, mientras que su compañera, llamada Sausan, indicó que también votó al mandatario egipcio porque "tiene mucha esperanza", ya que "va a haber más prosperidad. Los proyectos ya han empezado a ver la luz y hay logros".
Sin embargo, ambas no negaron que "las circunstancias de la vida son difíciles, pero después irá bien", confiaron.
Por otro lado, el joven Fadi, de 20 años, madrugó para acudir al colegio nacional de Zamalek, situado en el acomodado barrio homónimo del centro de El Cairo, en su primera cita con las urnas.
Explicó a Efe que depositó la papeleta "para compartir su opinión, nada más", y que su voto fue para el único y desconocido rival de Al Sisi, Musa Mustafa Musa, por ser "una nueva cara" y para que el país pueda cambiar.
"Realmente no sé si haría un gran cambio o no, pero participamos porque todo el mundo tiene derecho a votar", aseguró Fadi, residente de Zamalek.
En estos tres días de comicios presidenciales, los grandes ausentes han sido los jóvenes, según ha constatado Efe en diferentes centros durante las tres jornadas electorales, una ausencia que también destacó indirectamente la autoridad electoral, que ayer los instó a participar.
De hecho, la participación -que en las anteriores elecciones presidenciales en 2014 llegó al 47 %- pasa por ser clave en estos comicios, que la oposición ha calificado de "farsa".
Unos 60 millones de personas, de los casi 100 millones de egipcios que viven en el país árabe más poblado del mundo, han sido llamados a votar a lo largo de estas tres jornadas en un total de 13.706 colegios electorales.