Ciudad del Vaticano.- El Papa Francisco rompe imprevistamente el protocolo, se inclina hasta el suelo para besar los pies de los líderes de Sudán del Sur, invitados al Vaticano para un retiro espiritual de dos días y para hablar de paz, y desencadena reacciones negativas en las redes sociales.
El gesto, tan insólito y espontáneo, tenía por objeto, precisó Bergoglio, solicitar “con los sentimientos más profundos” la paz para en el país africano, víctima de guerras, violencias y graves carestías.
“Lo hago como hermano”, subrayó el Pontífice argentino, tal vez sin imaginar que inclinarse para besar los pies del presidente de la República de Sudán del Sur, Salva Kir Mayardit, y de los vicepresidentes designados presentes, Riek Machar y Rebecca Nyandeng de Mabio, habría desatado tantas críticas.
No es primera vez que suscitan polémicas las improvisadas y espontáneas iniciativas de Francisco en actos oficiales, en particular en las redes sociales.
Esta vez, Bergoglio fue criticado por haber besado los pies a un presidente africano, mientras que una semana antes, en el Santuario de Loreto (Italia central), retiró la mano a los fieles que pretendían rendirle homenaje besando el anillo del pescador.
Días después, Francisco explicó que había retirado la mano para evitar que las personas pudiesen ser contagiadas por eventuales virus de la saliva.