Días históricos en GB por el Brexit, el miércoles reinicia debate

Theresa May advierte que si no se aprueba su plan, Reino Unido entrará en "territorio desconocido

Carlos Siula / Corresponsal

  · lunes 7 de enero de 2019

En entrevista con la BBC, la primera ministra Theresa May dijo que no hay tiempo para un segundo referendum sobre el Brexit y que el Parlamento debe votarlo / Foto: Reuters

PARÍS, Francia. Si la Cámara de los Comunes rechaza el acuerdo del Brexit, el Reino Unido entrará en un "territorio desconocido", advirtió ayer la primera ministra británica Theresa May cuando faltan pocas horas para el debate parlamentario que decidirá el futuro del país.

Los diputados del Parlamento de Westminter reanudarán el miércoles la discusión sobre el texto final del tratado de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (UE). Los trabajos habían sido aplazados en diciembre por falta de una mayoría susceptible de respaldar el texto negociado por May. La dramática situación, sin embargo, no ha variado en el último mes. May no logró modificar la oposición del ala euroescéptica de los tories (conservadores) y tampoco pudo hacer cambiar de opinión a sus aliados del Partido Democrático Unionista (DUP), de Irlanda del Norte.

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Entre 30 y 40 parlamentarios de 317 diputados que integran el grupo conservador, continúan resueltos a rechazar el pacto, al igual que los 10 diputados del DUP. Sin esos votos, en una cámara que tiene 650 escaños, la primera ministra perderá irremediablemente la votación, prevista para la tercera semana de enero.

A 48 horas de ese debate crucial, “nadie puede decir qué ocurrirá" si el Parlamento rechaza el acuerdo del Brexit, admitió May en una entrevista con la BBC.

May había dedicado una parte de la tregua navideña a mantener contactos telefónicos con los principales líderes europeos a fin de obtener concesiones suplementarias que le permitan superar la resistencia de los euroescépticos. May quiere demostrar que Gran Bretaña no quedará atada a las estructuras comunitarias durante años en contra de su voluntad por efecto del mecanismo de seguridad diseñado para evitar una frontera en la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.

Foto: Reuters


Hasta ahora, sin embargo, la jefa de gobierno no obtuvo las garantías adicionales que busca. Las autoridades de Bruselas destacaron que están dispuestas a "escuchar" las demandas de Londres, pero reiteraron su posición irreversible de no renegociar el acuerdo del Brexit, que fue aprobado por los otros 27 socios restantes de la UE en una cumbre extraordinaria realizada a fines de noviembre. La Unión Europea tampoco prevé mantener más reuniones oficiales para abordar un pacto que ha dado por cerrado.

A falta de otros progresos significativos, May procura obtener algunas clarificaciones por escrito para ayudarla doblegar la resistencia de los tories más euroescépticos y ganar el apoyo del DUP.

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Su situación es desesperada porque tampoco tiene la confianza de la opinión pública: sólo 22% de los británicos piensa que ratificar el pacto es la mejor solución para el país, según reveló una encuesta publicada por el instituto YouGov.

Numerosos parlamentarios tories aprovecharon esos resultados para afirmar que, en las actuales circunstancias, la mejor solución es abandonar la UE sin acuerdo el próximo 29 de marzo.

A 80 días para esa fecha, la hipótesis de un hard Brexit (Brexit duro) cuenta con numerosos partidarios entre los conservadores a pesar de las advertencias apocalípticas de las grandes instituciones del país. El Banco de Inglaterra indicó en un informe que una ruptura brutal con la UE reduciría el Producto Interior Bruto del país en 8% en pocos meses y provocaría una crisis financiera peor que la de 2008.

Otros diputados defienden la idea de un segundo referéndum que contemple la opción de detener el Brexit.

La situación se complica igualmente por la ambigua posición del líder laborista Jeremy Corbyn, que se desinteresa abiertamente del debate sobre el Brexit. Su único objetivo, reconoce, es forzar la convocatoria de elecciones legislativas y, sólo si no prospera esa opción, habría que examinar otras alternativas, como un nuevo referéndum. Pero May reiteró ayer que no tiene intención de convocar a elecciones anticipadas e insistió en que tampoco abandonará el liderazgo del Partido Conservador antes de los comicios generales previstos para 2022.

En ese marco, Gran Bretaña entra hoy en la semana más importante de su historia desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.