El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, espera obtener una rotunda victoria el miércoles con su absolución en el Senado, cuando probablemente concluirá un proceso de destitución muy político, en pleno año electoral.
El anuncio del final inminente de este juicio histórico, que tendrá lugar el miércoles según los medios estadounidenses, fue precipitado por la negativa este viernes de los senadores republicanos a citar testigos adicionales como exigía la oposición demócrata.
"Es una gran tragedia", dijo el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer. "Los estadounidenses recordarán ese día (...) cuando el Senado se apartó de la verdad", agregó.
"Hemos escuchado más que suficiente", dijo por su parte el senador republicano Ted Cruz. "Es hora de absolver" al presidente, agregó en Twitter.
La próxima votación de los senadores será sobre los dos cargos contra Trump: abuso de poder y obstrucción de la labor del Congreso.
La Constitución estadounidense exige una mayoría de dos tercios del Senado (67 votos) para declarar culpable a un presidente, pero dado que los republicanos dominan la Cámara alta es muy probable que Trump sea absuelto.
La votación está programada para el miércoles, dijeron varios medios de comunicación citando a senadores republicanos.
Tendrá lugar "en los próximos días", se limitó a decir el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell.
El lunes, los senadores se reunirán para escuchar los últimos argumentos de la fiscalía y la defensa, pero también, por primera vez, para hablar en el hemiciclo, dijeron estas fuentes.
Trump, lanzado a todo vapor a su campaña de reelección en noviembre, quiere que el juicio termine pronto. Según sus allegados, espera ser absuelto antes de pronunciar su tradicional discurso sobre el Estado de la Unión, el martes por la noche ante el Congreso.
Tampoco podrá cantar victoria en una entrevista en Fox, su canal favorito, prevista para el domingo antes del Super Bowl, la final del campeonato de futbol americano, un evento que reúne a unos 100 millones de espectadores.