El ejército chino difundió un video que muestra el uso de tanques, porras, gases y chorros de agua contra manifestantes que acaban esposados, en advertencia a quienes desafían desde hace dos meses en las calles de Hong Kong al gobierno pro-Pekín.
El video de tres minutos, puesto en línea el miércoles por la guarnición del Ejército Popular de Liberación con sede en Hong Kong, es acompañado de una leyenda en la que los militares expresan su "confianza" y "capacidad" para mantener la seguridad en el territorio semiautónomo.
Las imágenes muestran tanques, helicópteros y lanzamisiles en acciones en la ciudad del sur de China y colinas circundantes, así como fuerzas especiales en pleno ejercicio antiterrorista.
También incluyen un ejercicio antidisturbios en el cual soldados bien equipados dispersan a una multitud de manifestantes con el apoyo de carros blindados de transporte de tropas y chorros de agua.
Todas las consecuencias son bajo su propio riesgo
Los soldados están equipados con cascos, escudos y porras. Se les ve extender barricadas de alambre de púas y lanzar lo que parece ser gas lacrimógeno contra los manifestantes.
Los militares enarbolan una banderola roja que dice: "Advertencia: dejen de atacar o utilizaremos la fuerza".
La secuencia termina con los soldados escoltando a manifestantes con las manos esposadas a la espalda hacia zonas descritas por letreros como "lugares de detención".
El video fue difundido el mismo día en que decenas de personas comparecieron ante la justicia en Hong Kong, acusados de haber participado en disturbios durante manifestaciones el pasado fin de semana.
La excolonia británica, devuelta a China en 1997, está bajo tensión desde inicios de junio con gigantescas manifestaciones pacíficas en rechazo a un proyecto de ley que autoriza extradiciones a China, presentado por el gobierno local favorable a Pekín.
El proyecto fue suspendido pero el movimiento se amplió para rechazar la influencia de Pekín y una reducción de las libertades en Hong Kong.
El gobierno chino renovó el pasado lunes su apoyo a la jefa del ejecutivo hongkonés Carrie Lam y a la policía local, y pidió "restablecer el orden rápidamente" en este centro neurálgico de las finanzas internacionales.