El peso argentino volvió a devaluarse ante el dólar este martes en la apertura de los mercados tras el desplome del lunes, mientras que el riesgo país superó los mil 600 puntos básicos, lo que supone la cifra más alta desde que el Gobierno de Mauricio Macri asumió hace casi 4 años.
A las 11.44 hora local (14.44 GMT) el dólar estadounidense cotizaba en el estatal Banco Nación a 59 pesos argentinos por unidad para la venta, 3 pesos por encima de los 56 en los que cerró el lunes.
En cuanto al riesgo país, se situó en 1.631 puntos básicos, la cifra más alta en el mandato del actual Ejecutivo, lo que supone casi el doble de los 877 con los que cerró la jornada anterior.
La divisa argentina perdió valor por segunda jornada consecutiva tras conocerse los resultados de las elecciones primarias celebradas el pasado domingo, en las que el oficialismo que encabeza el presidente Mauricio Macri sufrió una contundente derrota por más de 10 puntos frente al candidato peronista Alberto Fernández, cuya compañera de fórmula es la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015).
En lo que respecta a la Bolsa, el índice S&P Merval, el principal del parqué de Al medio días el dólar cotizaba en el Banco Nación a 59 pesos por unidad a la venta, tres pesos por encima de los 56 que cerró el lunes
n pequeño alivio tras el derrumbe del 37,93 % vivido ayer.
Tras los resultados de los comicios, los inversores sacaron sus propias cuentas: Macri, el candidato "pro mercado", tiene un panorama adverso de cara a las elecciones presidenciales del 27 de octubre.
Con una probable victoria del peronista Alberto Fernández, que durante la campaña criticó la especulación financiera, la reacción de los inversores fue desde el lunes de pánico y abandono de posiciones en activos argentinos.
Macri dio una rueda de prensa en la que dijo que buscará revertir en octubre la derrota electoral de las primarias, aseguró que no habrá cambios en su Gabinete, prometió tomar medidas económicas y achacó a la oposición kirchnerista la reacción de los mercados.
A juicio del jefe de Estado, que en la noche del domingo, tras admitir la derrota electoral, ya había dejado ver sus temores de un "lunes negro" en los mercados, el kirchnerismo no tiene "credibilidad en el mundo" y tiene ahora la "responsabilidad" de explicar a los mercados qué planes tiene para la economía, sumida en recesión desde abril de 2018.
